Vivir cerca de una autopista deteriora el desarrollo pulmonar de los niños

Una mala función respiratoria aumenta luego el riesgo de enfermedad en la edad adulta

Los niños que viven cerca de una autopista no sólo tienen más probabilidades de desarrollar asma u otras enfermedades respiratorias, sino que también ven comprometido su desarrollo pulmonar. Un estudio ha constatado que los niños que vivían a 500 metros de una autopista desde los 10 años experimentaban una sustancial disminución de la función pulmonar a los 18 años, en comparación con niños que vivían al menos a 1.500 metros de distancia.

"Quien sufre de niño una deficiencia pulmonar relacionada con la contaminación probablemente tenga unos pulmones menos sanos durante toda su vida", af...

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Los niños que viven cerca de una autopista no sólo tienen más probabilidades de desarrollar asma u otras enfermedades respiratorias, sino que también ven comprometido su desarrollo pulmonar. Un estudio ha constatado que los niños que vivían a 500 metros de una autopista desde los 10 años experimentaban una sustancial disminución de la función pulmonar a los 18 años, en comparación con niños que vivían al menos a 1.500 metros de distancia.

"Quien sufre de niño una deficiencia pulmonar relacionada con la contaminación probablemente tenga unos pulmones menos sanos durante toda su vida", afirma el principal autor del trabajo, W. James Gauderman, profesor de medicina preventiva en la Universidad del Sur de California. "Y se sabe que la mala función pulmonar en la vida adulta es un importante factor de riesgo para enfermedades respiratorias y cardiovasculares".

Los niños que vivían a 500 metros de una autopista desde los 10 años tenían una función pulmonar sustancialmente reducida a los 18 años
Un desarrollo pulmonar deficitario en la niñez se traducirá probablemente en una reducción de la función durante el resto de la vida

El estudio, que se publicará en The Lancet el 17 de febrero y que ya está disponible en Internet, se basa en datos de más de 3.600 niños estadounidenses de unos 10 años, que fueron evaluados durante un periodo de ocho años, hasta terminar la educación secundaria. El equipo que efectuó el estudio determinó, entre otras cosas, a qué distancia vivían los niños de las autopistas y otras vías principales.

"Niños por lo demás sanos, que no eran asmáticos ni fumadores, experimentaban también un descenso significativo de la función pulmonar debido a la contaminación causada por el tráfico", añade Gauderman. "Esto sugiere que a todos los niños, no sólo a los subgrupos susceptibles, les afecta potencialmente la exposición al tráfico".

La función pulmonar es una medida de la salud pulmonar basada en la cantidad de aire que puede exhalar una persona después de una inhalación profunda, así como en la rapidez con que puede exhalarlo. La función pulmonar de los niños evoluciona con rapidez hasta el final de la adolescencia o principios de la veintena. Un desarrollo pulmonar deficitario durante la niñez se traducirá probablemente en una reducción de la función durante el resto de la vida.

"Este estudio demuestra que algunas consecuencias de la exposición al humo de los coches pueden durar toda la vida", afirma David A. Schwartz, director del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Medioambiental (NIEHS, en sus siglas en inglés). "El NIEHS está decidido a apoyar la investigación para conocer la relación entre las exposiciones medioambientales y las enfermedades, y a buscar modos de reducir las exposiciones perjudiciales de todas las poblaciones, en especial los niños, para que puedan realizar todo su potencial de vida saludable y productiva".

En diversos estudios previos se había demostrado que existe una relación entre el desarrollo de la función pulmonar y la calidad del aire de una región determinada. Los hallazgos de este estudio se suman a dichos resultados, demostrando que la contaminación atmosférica y la contaminación ocasionada por la exposición al tráfico afectan al desarrollo pulmonar.

"Este estudio aporta nuevas pruebas de que las normativas que rigen la calidad atmosférica de una zona deberían ajustarse de acuerdo con factores locales, como el volumen de tráfico", opina Gauderman. "Es importante porque en zonas donde la población sigue creciendo, cada vez hay más niños que viven o van al colegio cerca de carreteras muy concurridas. Esto podría perjudicarlos a largo plazo". En opinión de Gauderman, los políticos y promotores deberían tener en cuenta estos resultados a la hora de planear la construcción de nuevos colegios o viviendas.

Entrada en Madrid por la autovía de Barcelona.ULY MARTÍN

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