El Gobierno saca adelante la nueva ley de Aportaciones con la abstención de Álava

El Ejecutivo recibirá menos dinero de los impuestos, pero esa cifra irá para los ayuntamientos

El Consejo Vasco de Finanzas, el órgano que agrupa al Gobierno y las diputaciones, aprobó ayer el anteproyecto de ley de Aportaciones, que estará vigente hasta 2011, con la abstención de Álava. Su diputado general, Ramón Rabanera, aseguró que había logrado garantizar los recursos para esa provincia y salvar el desajuste de 20 millones de euros que le suponía la propuesta inicial del Ejecutivo. Rabanera justificó su abstención por la negativa del Gobierno y de las otras dos diputaciones a cambiar el coeficiente vertical, el porcentaje que establece los fondos que corresponden al Ejecutivo sobre...

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El Consejo Vasco de Finanzas, el órgano que agrupa al Gobierno y las diputaciones, aprobó ayer el anteproyecto de ley de Aportaciones, que estará vigente hasta 2011, con la abstención de Álava. Su diputado general, Ramón Rabanera, aseguró que había logrado garantizar los recursos para esa provincia y salvar el desajuste de 20 millones de euros que le suponía la propuesta inicial del Ejecutivo. Rabanera justificó su abstención por la negativa del Gobierno y de las otras dos diputaciones a cambiar el coeficiente vertical, el porcentaje que establece los fondos que corresponden al Ejecutivo sobre el total de la recaudación tributaria, en favor de las instituciones forales.

La vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, aseguró tras la reunión, que duró cerca de tres horas, que el acuerdo resultó "razonable y equilibrado" después de un debate que calificó de "bronco". Zenarrazubeitia, que compartió rueda de prensa con los tres diputados generales (Joxe Joan González de Txabarri, de Guipúzcoa; José Luis Bilbao, de Vizcaya, y el alavés Ramón Rabanera), anunció también la creación de tres fondos interinstitucionales que supondrán invertir 1.300 millones de euros en cinco años.

El acuerdo salva la cara a todas las instituciones tras meses de negociación y polémica, pero se cierra con cierta insatisfacción alavesa. La primera propuesta de este territorio fue aplazar el debate hasta después de las elecciones forales y municipales del próximo mayo. Álava se quedó en minoría, pese a que por la mañana tanto el PNV como el PSE alaveses también lo habían propuesto.

Rabanera aseguró que el pacto garantiza la suficiencia financiera de su provincia. Para lograrlo, el viejo Fondo de Solidaridad, dedicado a corregir los desajustes financieros, se convierte en un Fondo General de Ajuste, y su dotación pasa de ser el 0,75% de los recursos distribuidos al 1% del total, unos 662 millones de euros este año. Esta fórmula compensa el acuerdo del reparto del IVA de gestión propia. Hasta ahora, cada territorio se quedaba con el 100% de éste. Históricamente, Álava ha recaudado por este concepto por encima de su coeficiente horizontal, el que determina su peso en la economía vasca y el reparto de los fondos entre territorios. Esta situación le permitía una gran solvencia financiera. Desde ahora, todo el IVA se meterá en una bolsa y se repartirá en función de los dos coeficientes.

De esta manera se trataba de solucionar el conflicto del IVA de las operaciones asimiladas a la importación (hidrocarburos, alcoholes y tabacos). Desde 2005, este impuesto se reacuda también en Euskadi y ha supuesto un notable aumento de la recaudación para la Hacienda de Vizcaya al recaudar los tributos por las operaciones de la refinería de Petronor. Los dos últimos años se han tenido que establecer ajustes en beneficio de las otras dos provincias.

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La inicial petición alavesa era que la recaudación de este IVA se repartiese por coeficientes, como se hacía cuando la Hacienda central lo recaudaba.

Al no llegarse a un acuerdo al respecto, Álava perdía unos 20 millones de euros de ingresos tras haber sido compensada por el Fondo de Solidadridad con 40 millones. La compensación tras elevar el fondo al 1% de lo recaudado será suficiente para tapar la merma en sus ingresos globales por el IVA.

La más beneficiada por este nuevo sistema de reparto será Vizcaya, seguida por Guipúzcoa. Rabanera lamentó que no se hubiese aceptado un cambio de coeficientes verticales en favor de las diputaciones, como venían solicitando tanto Álava como Guipúzcoa, que ayer se dio por satisfecha con el pacto.

El coeficiente vertical se reduce en el dinero que va a parar al Gobierno del 70,44% actual al 70,04%. Las tres dipustaciones incrementan de forma paralela el suyo del 29,56% al 29,96%, pero esos 40 puntos básicos de diferencia son dinero que se dedicará a la financiación municipal. El acuerdo establece que la asignación para los ayuntamientos pase de ser del 53% de los recursos forales al 54,7%. El Gobierno destinará este año 45 millones de euros y las diputaciones otros 18 millones para este fin.

Zenarruzabeitia logró imuplsar tres nuevos planes de inversión: el Plan Marco de Apoyo Financiero a la Inversión Productiva, dotado con 700 millones de euros, 140 más que en el anterior quinquenio; el Fondo para el Desarrollo de las Infraestructuras Sanitarias y Servicios Sociales, que contará con 400 millones, y el Fondo para el Desarrollo de Actividades de Innovación, con 200 millones.

Los diputados generales de Guipúzcoa, Joxe Joan González de Txabarri; Vizcaya, José Luis Bilbao, y Álava, Ramón Rabanera (de izquierda a derecha), ayer poco antes del comienzo de la reunión del Consejo Vasco de Finanzas.PRADIP J. PHANSE

Asuntos pendientes

La ley de Aportaciones es sólo una de las cuestiones pendientes de la haciendas vascas. También en prórroga, al igual que esta norma de duración quinquenal, se encuentra la Ley del Cupo, que se negocia entre las administraciones vascas y central. Su finalidad es fijar el mecanismo que se aplicará en los próximos cinco años para calcular el Cupo que debe pagar Euskadi para hacer frente a todas aquellas competencias no asumidas (defensa, acción exterior, etc.). La negociación está, teóricamente, en marcha, pero no hay noticias. La propia vicelehendakari Idoia Zenarruzabeitia aseguró en noviembre que Aportaciones y Cupo estaban vinculadas.

La otra gran reforma pendiente es la del Impuesto de Sociedades. Euskadi tiene en este momento un tipo en vigor del 32,6%, una décima más que en territorio común. Precisamente ayer, la patronal vizcaína Cebek urgió a las diputaciones a acordar "una reforma integral y en profundidad" de este impuesto para impulsar el desarrollo. Su presidente, José María Vázquez Eguskiza, señaló que la reforma es urgente, y no debe quedar limitada al tipo impositivo. A su juicio, debe tener carácter integral y seguir la línea de otros "entornos fiscales" europeos, en que ese tipo ha quedado fijado sobre el 24-25%.

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