El PSOE denuncia ante la Guardia Civil los vertidos de la M-30

Los socialistas aseguran que hay cinco millones de toneladas de escombros en vertederos ilegales

Dos pirámides de tierra crecen al sur de Madrid. El grupo municipal socialista denunció ayer ante la Guardia Civil que esas montañas contienen escombros de las obras de la M-30. Acusa al Ayuntamiento de verter de forma "improvisada y masiva" más de cinco millones de toneladas de residuos en diversos puntos de la ciudad no habilitados para ello. El Gobierno local asegura que los restos de las obras son trasladados a vertederos legales de Madrid y Toledo.

Al final de la calle de Embajadores, una montaña de arena de unos 20 metros de altura crece apenas separada de los bloques de pisos por...

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Dos pirámides de tierra crecen al sur de Madrid. El grupo municipal socialista denunció ayer ante la Guardia Civil que esas montañas contienen escombros de las obras de la M-30. Acusa al Ayuntamiento de verter de forma "improvisada y masiva" más de cinco millones de toneladas de residuos en diversos puntos de la ciudad no habilitados para ello. El Gobierno local asegura que los restos de las obras son trasladados a vertederos legales de Madrid y Toledo.

Al final de la calle de Embajadores, una montaña de arena de unos 20 metros de altura crece apenas separada de los bloques de pisos por una carretera. Una comitiva del grupo municipal socialista se subió ayer a lo alto del montículo para denunciar que el Ayuntamiento abandona allí los restos de las obras de la M-30: una mezcla de tierra, lodos y limos que "pueden ser perjudiciales para la salud". Enfrente, ya en Usera, se levanta otra mole de tierra.

El PSOE ha incluido ambos vertidos "incontrolados" en un escrito enviado al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Pero asegura que existen "al menos" cinco más donde se acumulan cinco millones de toneladas de restos. Uno se encuentra "a cien metros del hospital Ramón y Cajal", según el concejal socialista Pedro Santín.

Óscar Iglesias, portavoz del PSOE, asegura que el Gobierno local "está desbordado", porque había previsto llevar el material al vertedero del Hoyón, en Arganda, donde caben 4,5 millones de toneladas, pero "ya se han extraído más de diez". Iglesias sostiene que cientos de camiones descargan allí a diario. Parte de los restos procede del fondo del Manzanares e incluye "residuos tóxicos que requieren un control para evitar nubes de mosquitos y cucarachas", añade Santín. El PSOE exige un estudio epidemiológico para comprobar si los escombros pueden afectar a la salud de los vecinos.

Las zonas carecen de señalización y vallado, según los socialistas. Durante la visita de ediles y periodistas al montículo de Embajadores, varios operarios que trabajaban en el entorno sacaron en ese momento los carteles que prohibían el paso y advertían del peligro de la zona de obras. Uno de los camiones de escombros intentó tapar la salida de los coches de los políticos, hasta que un edil avisó a la Policía Local, que facilitó la salida de la comitiva. El PSOE exige a Gallardón que habilite dos vertederos "legales" de 100 hectáreas a las afueras para almacenar los restos del soterramiento de la M-30.

"No hay vertidos ilegales"

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El director general de Desarrollo e Infraestructuras del Ayuntamiento, José María Ortega, replicó al PSOE asegurando que el tratamiento de residuos de la M-30 está "perfectamente regulado" y que "no hay ningún vertido ilegal porque sólo se vierten escombros en los puntos habilitados para ello": diversos vertederos en Madrid y Toledo. Ortega no aclaró de dónde han salido entonces los escombros de la montaña de Embajadores. Fuentes municipales explicaron después que se trata de un "acopio provisional de arena" que los camiones dejan allí antes de llevar a los vertederos. "Los residuos se preparan en la zona de obra para su transporte por vehículos adecuados y procurando que se realice en horas en las que el tráfico de la ciudad no sea intenso", aseguró Ortega a Europa Press.

Santín acusó al alcalde de permitir estos vertidos porque, "si cumpliese con las exigencias medioambientales, tendría que exigir que acompasasen el ritmo de los trabajos entre la extracción y la retirada, y la obra no estaría lista antes de las elecciones [del próximo 27 de mayo]". La actuación incumple también el acuerdo por el que la Comunidad autorizó las obras sin declaración de impacto ambiental, acuerdo que "exige determinar el lugar donde se depositarán los residuos y un plan de transporte para no generar polución y ruidos a su paso", según Santín.

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