"Vimos la explosión desde el aire, cuando el avión iba a aterrizar"

Familiares del ecuatoriano Diego Armando Estacio, que llegaron en avión en la mañana del sábado a Madrid, vieron desde el aire, momentos antes del aterrizaje, la explosión de la furgoneta-bomba que destruyó parte del aparcamiento de la T-4. En el interior de este aparcamiento se hallaba echando una cabezada en su coche Renault, según indicó ayer la Federación Nacional de Ecuatorianos en España, Diego Armando Estacio, de 19 años, uno de los dos ciudadanos ecuatorianos que los bomberos seguían buscando ayer entre los escombros de aparcamiento.

Diego Armando, que había llegado en coche jun...

Familiares del ecuatoriano Diego Armando Estacio, que llegaron en avión en la mañana del sábado a Madrid, vieron desde el aire, momentos antes del aterrizaje, la explosión de la furgoneta-bomba que destruyó parte del aparcamiento de la T-4. En el interior de este aparcamiento se hallaba echando una cabezada en su coche Renault, según indicó ayer la Federación Nacional de Ecuatorianos en España, Diego Armando Estacio, de 19 años, uno de los dos ciudadanos ecuatorianos que los bomberos seguían buscando ayer entre los escombros de aparcamiento.

Diego Armando, que había llegado en coche junto a su novia a Barajas sobre las cinco de la madrugada, se había quedado durmiendo en su coche dentro del aparcamiento mientras ella, Verónica Arequipa, iba a recoger a su madre y otros familiares dentro del aeropuerto. La pareja convivía en un piso de Madrid desde hacía varios años.

Llegan a Madrid desde Italia la madre y una hermana del joven Diego Armando

El desaparecido compartía piso en Madrid con su novia, Verónica Arequipa

El avión, procedente de Ecuador, estaba llegando a Madrid en el momento de la explosión, por lo que los familiares pudieron contemplar desde la ventanilla del avión una gran cortina de humo que salía del aeropuerto madrileño. La novia de Diego Armando, de 21 años, visiblemente afectada, comentó cómo, tras recoger a sus familiares, volvieron todos al aparcamiento y ya no pudieron acceder a él. Preguntaron la razón y nadie les dio una respuesta certera. Sólo había humo y destrozos. Verónica comenzó a llamar al móvil de Diego Armando pero, salvo el contestador automático, nadie contestó. La chica sufrió una crisis de ansiedad.

La noche de fin de año aterrizaron en Madrid, en un vuelo procedente de Milán (Italia), familiares directos de Diego Armando. Se trata de Carmen Margarita y Jaquelin Margarita Sivisabe, madre y hermana del desaparecido, que viajaron a Madrid acompañadas de un bebé y se sumaron al resto de familiares de ambos desparecidos.

Diego Armando trabajaba en la construcción. Sus padres estaban en Madrid el día del atentado. Igual que su novia, el padre de Diego Armando también llamó el sábado repetidas veces al móvil de su hijo sin obtener respuesta. Verónica le llamó antes desesperada, tras escuchar la explosión y empezar a temerse lo peor.

Junto al ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, familiares de Diego Armando y del otro desaparecido, Carlos Alonso Palate, visitaron ayer la zona del siniestro. La novia de Diego Armando trató de indicar a la policía, entre el amasijo de escombros en que quedó convertido el aparcamiento, el lugar de la T-4 donde Diego Armando estacionó su vehículo, un Renault.

Todos los familiares llegaron sobre las 13.35 horas al lugar del atentado en un coche desde el hotel en el que están alojados en las cercanías del aeropuerto, acompañados de Rubalcaba. En el hotel están siendo asistidos por psicólogos.

Apenas estuvieron 15 minutos en la zona. El grupo vio los destrozos provocados por la explosión de la furgoneta bomba, pero sin adentrarse en el área donde se amontonan los escombros. La novia de Diego Armando Estacio no paraba de llorar mientras observaba la zona siniestrada por la bomba de ETA. Rubalcaba señaló que la visita de los familiares al lugar la habían pedido éstos y que la ayuda a encontrar a los desaparecidos podía ayudarles psicológicamente.

Los efectivos que trabajan en el desescombro del aparcamiento de Barajas continuaban ayer sus tareas sin que, al cierre de esta edición, hubieran encontrado a los desaparecidos. Los bomberos calculan que las labores de extinción del fuego y su trabajo en la zona podrían durar hasta una semana. Según los Bomberos, los restos del aparcamiento podrían generar 40.000 toneladas de escombros -la demolición del edificio Windsor generó 71.920-.