Cartas al director

La enfermedad de Castro

Se acaba de publicar la opinión del cirujano español que ha visto a Fidel Castro. "No tiene cáncer". La obligada discreción le ha impedido ir más allá en sus declaraciones, pero a mí no me prohíbe un intento de explicación de la insólita situación del enfermo.

Veamos: el cuadro fue de comienzo agudo y forzó una intervención de urgencia; el problema vino después al complicarse en una recuperación que ya se prolonga meses. En un individuo de avanzada edad, una de las posibilidades más verosímil, si no la primera, es una trombosis mesentérica que hubiera hecho necesaria una extirpación amp...

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Se acaba de publicar la opinión del cirujano español que ha visto a Fidel Castro. "No tiene cáncer". La obligada discreción le ha impedido ir más allá en sus declaraciones, pero a mí no me prohíbe un intento de explicación de la insólita situación del enfermo.

Veamos: el cuadro fue de comienzo agudo y forzó una intervención de urgencia; el problema vino después al complicarse en una recuperación que ya se prolonga meses. En un individuo de avanzada edad, una de las posibilidades más verosímil, si no la primera, es una trombosis mesentérica que hubiera hecho necesaria una extirpación amplia del intestino delgado, órgano en el que tiene lugar la más importante absorción de los alimentos y, como consecuencia, un síndrome de intestino corto que, al no permitir una absorción suficiente, obligaría a una nutrición parenteral (intravenosa) que no puede mantenerse para siempre.

Efectivamente, si se acepta mi suposición, el proceso patológico no es tumoral maligno, pero su pronóstico a medio plazo no es mejor por ello.

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En todo caso, a mi entender, esta explicación si non è vera è ben trovata.- Juan Martínez L. de Letona, médico internista. Madrid.

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