Reportaje:APUNTES

El vino en la universidad

La Politécnica refuerza la carrera de Enología con una cátedra específica

El mundo del vino está de moda. Aunque sus más fieles partidarios preconizan la existencia de una cultura vinícola promovida en nuestras tierras por el cristianismo, lo cierto es que hasta ahora los caldos no habían gozado de tal reconocimiento social, ni mucho menos del estatus universitario. El adorado líquido que para romanos y griegos era representado en forma de Dios, Baco y Dionisios, penetra en la universidad en forma de titulación universitaria e incluso de Cátedra. ¡Qué dirían nuestros abuelos!

La Universidad Politécnica de Valencia acaba de crear la Cátedra de la Viña y del Vi...

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El mundo del vino está de moda. Aunque sus más fieles partidarios preconizan la existencia de una cultura vinícola promovida en nuestras tierras por el cristianismo, lo cierto es que hasta ahora los caldos no habían gozado de tal reconocimiento social, ni mucho menos del estatus universitario. El adorado líquido que para romanos y griegos era representado en forma de Dios, Baco y Dionisios, penetra en la universidad en forma de titulación universitaria e incluso de Cátedra. ¡Qué dirían nuestros abuelos!

La Universidad Politécnica de Valencia acaba de crear la Cátedra de la Viña y del Vino. Impulsada conjuntamente por las Escuelas de Agrónomos y la del Medio Rural y Enología, cuenta con la adhesión de más de 59 bodegas y cooperativas de la Comunidad Valenciana, lo que representa el 80% de la producción vinícola, de esta Comunidad. "Pretendemos aplicar la investigación a las empresas y ver lo que están demandando para diseñar asignaturas que se ajusten a lo que solicita el mercado", señala el director de la cátedra, Pedro Beltrán, profesor de Enología de la universidad. Un diálogo necesario en los tiempos que corren: el sector necesita modernizarse y las universidades redefinen sus carreras para adaptarse paulatinamente al convergente mapa de titulaciones europeo.

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Desde la cátedra, "única en toda España", según sus propulsores, por la cantidad de entidades que aúna, ya que además de las bodegas, participan la Consejería de Agricultura, diversos organismos del sector y varios Consejos Reguladores, se llevarán a cabo estudios de I+D+i enfocados al uso de las nuevas tecnologías en la viticultura. De momento se ha empezado a trabajar en un estudio de teledetección para analizar vía satélite las necesidades vegetativas de los viñedos a través de fotografías tomadas desde satélites a 450 kilómetros de distancia. En esta línea hay programados más proyectos relacionados con la seguridad alimentaria, el medio ambiente...

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La universidad, según anunció ayer su rector, Juan Juliá, prepara incluso el lanzamiento de una "marca de calidad", un vino propio, para lo que ya se encuentran avanzadas las negociaciones con las bodegas.

Otra labor de la cátedra es inculcar la cultura del vino. De ahí que, entre otras acciones, se están ya impartiendo en la Universidad Politécnica de Valencia cursos de cata de vino; se haya creado un Club de Enófilos, y esté previsto implantarse un máster en Análisis Sensorial de Vinos.

Con todo, la titulación de Enología, como casi todas las de la gran familia agraria, no disfruta del aura que envuelve el consumo vinícola. "Al principio nos faltaban plazas, pero este año, de las 50 han quedado una decena libres", señala María Dolores Raigón, jefa de Estudios de la Escuela Técnica Superior del Medio Rural y Enología de la Politécnica. La profesora atribuye la bajada de alumnos de la licenciatura de Enología (de segundo ciclo) nacida hace un lustro a varios factores. El descenso generalizado de estudiantes en el sistema universitario por la caída de la natalidad, que puede ser según Raigón, en el sistema universitario, en general hasta del 7%, aunque en las titulaciones agrarias puede llegar hasta el 15%. "Hay sectores, como los del ladrillo, que tienen una aceptación social mayor. Y además muchos estudiantes ven el campo como un trabajo poco dignificado".

La crisis del campo valenciano, con una disminución de la superficie cultivada (114.000 hectáreas en 15 años) y la bajada constante de los precios, entre otros factores, ha provocado el éxodo de profesionales y de futuros ingenieros. La profesora tilda de "necesario" el apoyo político. En este sentido, considera Andalucía "una comunidad modélica" porque ha diversificado la agricultura mediante técnicas de producción y métodos de agricultura integrada y ecológica. De hecho, aclara, "cuenta con la única dirección Dirección General en Agricultura Ecológica, única en Europa y esta producción repercute en la propia comunidad".

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