Los productores de cítricos convocan un paro de dos días en el sector como protesta por los bajos precios
El sector de la producción de cítricos ha entrado en una situación de crisis, con precios en el campo bajo mínimos por debajo de los costes de cultivo.
El Ministerio de Agricultura ha prometido a las organizaciones agrarias y a las cooperativas estudiar la posibilidad de una retirada del producto con destino a la transformación para apoyar una recuperación de las cotizaciones. Como medida de protesta, todas las organizaciones agrarias y las cooperativas han convocado un paro general en el sector para los próximos días 14 y 15.
Según los datos ofrecidos por los cultivadores, los c...
El sector de la producción de cítricos ha entrado en una situación de crisis, con precios en el campo bajo mínimos por debajo de los costes de cultivo.
El Ministerio de Agricultura ha prometido a las organizaciones agrarias y a las cooperativas estudiar la posibilidad de una retirada del producto con destino a la transformación para apoyar una recuperación de las cotizaciones. Como medida de protesta, todas las organizaciones agrarias y las cooperativas han convocado un paro general en el sector para los próximos días 14 y 15.
Según los datos ofrecidos por los cultivadores, los costes mínimos de producción se elevan a 16 céntimos de euro para las naranjas y a 20 céntimos para las mandarinas. En origen, los productores venden por debajo de ese precio a los mayoristas. Esta campaña, la producción estimada de naranjas es de 3,1 millones de toneladas, frente a los 2,3 millones de toneladas de la campaña anterior, mientras en mandarinas se ha pasado de 2,13 a 2,44 millones de toneladas. Para los representantes de la producción, el problema principal no radica en el aumento de la oferta, sino en la existencia de un mercado poco transparente donde dominan los intereses de los mayoristas y de la distribución sobre los de los agricultores.
Del precio total de un kilo de cítricos, según los datos manejados por los productores, el 10% es la parte que se queda en el campo, mientras el 30% va para el mayorista y el 60% para el distribuidor. Los agricultores quieren una distribución más equitativa de los beneficios y que el campo se quede al menos con el 20% del precio final que paga el consumidor. Para hacer frente a esta situación, desde la producción se reclama fundamentalmente una nueva normativa que posibilite una mayor transparencia en los mercados.
Igualmente solicitan unos mayores controles sobre las importaciones y el establecimiento de un seguro de rentas para el sector citrícola, algo que no existe en ninguna producción, de acuerdo con los planes actuales de seguros agrarios.