Detenidos dos 'mossos d'esquadra' en Figueres por aceptar sobornos
La División de Asuntos Internos de los Mossos d'Esquadra detuvo el pasado martes a un agente y a un cabo de Tráfico de la policía autonómica a quienes se acusa de un delito de soborno en el ejercicio de sus funciones. Los investigadores sospechan que otros dos agentes podrían estar implicados en los sobornos que se atribuyen a los detenidos. Las prácticas ilícitas se iniciaron a finales de 2004.
La investigación que ha terminado con la detención de Francisco José V. D., de 39 años, y Francesc B. S., de 28 años, se inició a mediados de 2005, cuando Asuntos Internos tuvo conocimiento de l...
La División de Asuntos Internos de los Mossos d'Esquadra detuvo el pasado martes a un agente y a un cabo de Tráfico de la policía autonómica a quienes se acusa de un delito de soborno en el ejercicio de sus funciones. Los investigadores sospechan que otros dos agentes podrían estar implicados en los sobornos que se atribuyen a los detenidos. Las prácticas ilícitas se iniciaron a finales de 2004.
La investigación que ha terminado con la detención de Francisco José V. D., de 39 años, y Francesc B. S., de 28 años, se inició a mediados de 2005, cuando Asuntos Internos tuvo conocimiento de las presuntas actividades ilícitas de los policías y las comunicó a la autoridad judicial. La investigación permitió vincular las irregularidades a las inspecciones que se realizaban a autocares que transportaban viajeros procedentes de Rumania. Según fuentes de los Mossos, los detenidos aceptaban sobornos a cambio de obviar las irregularidades detectadas en los tacógrafos de los vehículos, entre las que se encontraban las relativas al tiempo de descanso de los conductores. Estas sanciones son las que acarrean sanciones de mayor cuantía económica. Las cantidades cobradas oscilaban, según la policía, entre los 50 y los 100 euros por agente y autocar.
Por otra parte, continúa la investigación judicial sobre los dos agentes de la Guardia Urbana de Barcelona acusados de corrupción. El miércoles, tres jefes de obra detallaron cómo el inspector Eduardo Calderón y el agente José Antonio Montero obligaban a comprar señales a su propia empresa, bajo la amenaza de imponerles sanciones si no lo hacían.