El PP rechaza la LOU por la "falta de transparencia" para seleccionar al profesorado
El PP ha pedido al Gobierno que retire por completo la reforma que ha planteado para la ley de universidades, que ya está tramitándose en el Parlamento. Los populares consideran que este proyecto introduce un sistema de acceso a los cuerpos docentes que, "por primera vez en la historia, dejará de ser homologado y homogéneo". "Nunca hasta ahora se había podido acceder a ningún ámbito de la función pública, docente o no docente" sin unas pruebas públicas competitivas reguladas por la ley, en las que se garantice el mérito y la capacidad como criterios de selección".
Por ese, y otros cambi...
El PP ha pedido al Gobierno que retire por completo la reforma que ha planteado para la ley de universidades, que ya está tramitándose en el Parlamento. Los populares consideran que este proyecto introduce un sistema de acceso a los cuerpos docentes que, "por primera vez en la historia, dejará de ser homologado y homogéneo". "Nunca hasta ahora se había podido acceder a ningún ámbito de la función pública, docente o no docente" sin unas pruebas públicas competitivas reguladas por la ley, en las que se garantice el mérito y la capacidad como criterios de selección".
Por ese, y otros cambios que el PP considera de "gran calado", han presentado en el Parlamento una enmienda a la totalidad para la reforma de la Ley Orgánica de Universidades (LOU). La norma que redactaron los populares introducía un examen nacional para los aspirantes a cubrir una plaza universitaria. A eso se le llamó habilitación. El PSOE la ha sustituido en su reforma por un sistema de acreditación de méritos que no requiere examen presencial; aún no se sabe quiénes formarán los tribunales que acreditarán los méritos académicos de los candidatos. El PP entiende que ese sistema "no ofrece las mínimas garantías que aseguren la idoneidad" en la composición de estos tribunales, "ni tampoco la transparencia ni la objetividad del proceso".
Elección de rectores
Tampoco comprenden por qué se revisa el modelo de elección de los rectores, actualmente por sufragio universal ponderado, "un sistema ampliamente respaldado por la comunidad universitaria", aseguran. Creen, por último, que la reforma "va en contra de la calidad y fomenta las patológicas tendencias al localismo" de la universidad.
La comunidad universitaria, sin embargo, no parece estar del todo en contra de la reforma de los socialistas. El Consejo de Coordinación Universitaria apoyó ayer, a pesar de la falta de unanimidad de los rectores, que los títulos de Grado, que sustituirán a las licenciaturas y diplomaturas, sean de cuatro años (240 créditos). "Algunos rectores han manifestado públicamente que preferían otras opciones, pero éstas no se han materializado en una propuesta concreta", aseguró el secretario general de Universidades, Miguel Ángel Quintanilla.
Sin embargo, el presidente de la Asociación Catalana de Universidades Públicas, Antoni Giró, ha pedido flexibilidad para diseñar carreras de tres o cuatro años. De cualquier manera, en la reunión de ayer del Consejo, tanto con las comunidades autónomas, como con los rectores, se apoyaron las líneas generales de la reforma que propone Educación.
Los rectores pidieron que se diferencie claramente la denominación del master de especialización de los actuales masteres que ofrecen la universidad y otras entidades. Y una financiación suficiente para acometer la reforma.