Los problemas de Guipúzcoa

La hortelana que impulsó las calabazas de adorno o compite con tomates de dos kilos o berzas de diez en las mejores ferias de Vizcaya, desde San Antolín en Plentzia o Santo Tomás en Bilbao hasta el último lunes de octubre en Gernika, no frecuenta el resto de los territorios vascos. "Sí he ido a ferias en Guipúzcoa, pero las ventas son muy flojas. Y eso que me han insistido para que acuda a distintas localidades, pero no me interesa porque me cuestionan el producto", explica.

Y todo porque es vizcaína. Como si fuera un derby futbolístico, así entiende Adela Andikoetxea que se plantean lo...

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La hortelana que impulsó las calabazas de adorno o compite con tomates de dos kilos o berzas de diez en las mejores ferias de Vizcaya, desde San Antolín en Plentzia o Santo Tomás en Bilbao hasta el último lunes de octubre en Gernika, no frecuenta el resto de los territorios vascos. "Sí he ido a ferias en Guipúzcoa, pero las ventas son muy flojas. Y eso que me han insistido para que acuda a distintas localidades, pero no me interesa porque me cuestionan el producto", explica.

Y todo porque es vizcaína. Como si fuera un derby futbolístico, así entiende Adela Andikoetxea que se plantean los concursos agrícolas en Guipúzcoa. "En una ocasión, en Deba, pude asistir al zafarrancho que se había montado el jurado sólo para no darme el primer premio a mí. Y me lo merecía, como me lo reconoció un miembro del jurado después". La agricultora de Urdúliz también reconoce que el calendario que ha de atender en Vizcaya le impide asistir a otras ferias. "Y también es cierto que nunca he presentado mis productos en Álava".

Sus bodegones han marcado tendencia entre quienes acuden a los mercados vizcaínos. Son pocos quienes no han seguido las combinaciones de legumbres y hortalizas o la introducción de nuevos productos. Ella misma también practica el espionaje agrícola. "Sin ir más lejos, la patata china de color verde la descubrí en una feria en Guipúzcoa, sin olvidar que algunas guindillas de colores me han llegado de México", cuenta.

La próxima cita importante de Adela le llegará en el mercado de Santo Tomás de Bilbao, el 21 de diciembre, para el que ya prepara sus últimos ejemplares de tomates morados. "No voy a decir que vendo menos que antes, pero han bajado los mercados, mientras que han subido las ferias. Vamos pocas a vender, pero menos van a comprar", se lamenta.

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