El Gobierno se impone reducir a la mitad la pérdida de suelo natural para 2010

El nuevo plan ambiental limita los compromisos a 40 para que sean concretos y medibles

El Departamento de Medio Ambiente se ha planteado reducir para 2010 en más de la mitad el actual ritmo de pérdida de suelo natural en Euskadi, uno de los principales déficits medioambientales. Éste será uno de los 40 compromisos del plan ambiental hasta 2020, que se ha revisado por vez primera desde su puesta en marcha hace cuatro años. Los anteriores 223 compromisos se reducen a esos 40 para centrarse sólo en los aspectos prácticos y medibles. Se pretende también recuperar zonas que fueron naturales y se estudia cambiar la fiscalidad de los vehículos para penalizar la contaminación.

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El Departamento de Medio Ambiente se ha planteado reducir para 2010 en más de la mitad el actual ritmo de pérdida de suelo natural en Euskadi, uno de los principales déficits medioambientales. Éste será uno de los 40 compromisos del plan ambiental hasta 2020, que se ha revisado por vez primera desde su puesta en marcha hace cuatro años. Los anteriores 223 compromisos se reducen a esos 40 para centrarse sólo en los aspectos prácticos y medibles. Se pretende también recuperar zonas que fueron naturales y se estudia cambiar la fiscalidad de los vehículos para penalizar la contaminación.

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El Gobierno cerró ayer, con la celebración del cuarto y último foro de debate, el proceso de revisión iniciado en marzo de su ambicioso plan ambiental. Cerca de 200 personas -vinculadas a las administraciones autonómica, foral y municipal, empresas, sindicatos, universidad y ONG, entre otros- han participado en las discusiones para elaborar el documento. El llamado Programa Marco Ambiental, puesto en marcha en 2002, es el primero que incorpora un plan integral sobre esta materia en Euskadi y prevé una revisión cada cuatro años. Dos foros de trabajo han ido perfilando el nuevo texto: el primero, formado por grupos ecologistas, sindicatos, asociaciones de consumidores, jóvenes, universidades o medios de comunicación; y el segundo, con representantes empresariales, centros de investigación, colegios profesionales y asociaciones patronales.

El borrador del plan estará preparado en diciembre y las líneas generales han sido consensuadas ya. La principal novedad es la reducción de los compromisos concretos, que ahora son 223 y quedarán en cerca de 40. Alberto Jiménez de Aberasturi, director de Planificación de Medio Ambiente y coordinador del documento, reveló que desde el ámbito universitario se censuró el excesivo número de objetivos, especialmente de tipo formal. "Antes los balances eran muy optimistas, porque se habían cumplido el 85% de los objetivos. Pero muchos eran instrumentales, como una ley o una norma". "Eso se ha quitado porque no mejora el medio ambiente. Ahora se habla de reducir la contaminación o de no artificializar el suelo, cosas que luego son demostrables ante la sociedad".

Recuperación de zonas

Jiménez de Aberasturi indicó que la reducción de los compromisos a 40 permitirá conocer si se han cumplido o no. El nuevo plan incidirá, además, en los principales déficits del medio ambiente en Euskadi: la contaminación del aire por el transporte, la ocupación del suelo, la creciente generación de residuos urbanos y el incremento de los gases de efecto invernadero.

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El borrador plantea como nuevo objetivo destacado una reducción significativa de la ocupación (artificialización) del suelo: de la tasa actual de 1,23 hectáreas por día se pretende pasar a media hectárea para 2010. "En objetivo muy duro y, desde luego, muy lejano a los niveles de artificialización del resto del Estado". Según Jiménez de Aberasturi, en el conjunto de España se alcanzan niveles de ocupación del suelo de 20 hectáreas diarias. Calcula el Ejecutivo autónomo que cada año se recalifican en la comunidad cerca de 735 hectáreas de terreno, lo que ha llevado a urbanizar entre 1994 y 2004 más suelo del que ocupan los municipios de Bilbao y Rentería.

El nuevo plan abordará la "renaturalización" de zonas urbanizadas ahora en desuso, como carreteras o accesos a áreas industriales ya cerradas. También se estudian medidas para limitar el uso de vehículos, como el diseño del impuesto de circulación no sólo en función de la potencia, sino de la contaminación que generen e incluyendo penalizaciones a los más tóxicos.

El programa marco aborda la calidad del agua, aire y suelo; la gestión de recursos naturales y la prevención de generación de residuos; la protección de la naturaleza, ordenación territorial y transportes, y la limitación de su influencia en el cambio climático. Todos los años el Gobierno realiza un balance de la marcha de sus compromisos. El presentado en junio, correspondiente a 2005, reflejaba un comportamiento desigual y concluyó que no se habían alcanzado la mitad de los objetivos.

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