El futuro de Cataluña

CiU exhibe su enfado en el Congreso y se descuelga del pacto de los presupuestos y de otras dos leyes

Los diputados de Convergència i Unió (CiU) presentes ayer en el Congreso no podían ni querían disimular su enfado y su enorme decepción por la reedición del tripartito, que les deja fuera del Gobierno catalán. Todos repetían en público y en privado que ahora se vuelve casi imposible pactar con el PSOE en el Congreso. Las primeras víctimas de ese cambio de rumbo fueron las tres leyes que se votaban ayer en el Congreso: Presupuestos, Identidad de género y Sociedades Profesionales, que salieron adelante sin el apoyo de los nacionalistas. Además, se anunció una enmienda a la totalidad a la ley con...

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Los diputados de Convergència i Unió (CiU) presentes ayer en el Congreso no podían ni querían disimular su enfado y su enorme decepción por la reedición del tripartito, que les deja fuera del Gobierno catalán. Todos repetían en público y en privado que ahora se vuelve casi imposible pactar con el PSOE en el Congreso. Las primeras víctimas de ese cambio de rumbo fueron las tres leyes que se votaban ayer en el Congreso: Presupuestos, Identidad de género y Sociedades Profesionales, que salieron adelante sin el apoyo de los nacionalistas. Además, se anunció una enmienda a la totalidad a la ley contra el racismo en el deporte.

CiU se descolgó del pacto presupuestario a pesar de que los socialistas, tal como habían pactado la semana pasada, cuando todo hacía presagiar que Artur Mas sería presidente de la Generalitat, apoyaron las enmiendas más relevantes de los nacionalistas. Hace dos semanas, CiU retiró a última hora su enmienda a la totalidad. Lo previsto era que ayer diera el después de ver aprobadas sus enmiendas, pero se quedó en la abstención en la Comisión de Presupuestos, donde se halla ahora esta ley.

Este voto dificulta las previsiones de los socialistas, pero no impide la aprobación de los presupuestos, ya que el grupo del Gobierno tiene el respaldo del Partido Nacionalista Vasco, Bloque Nacionalista Galego y Chunta Aragonesista, y ayer, tras el cambio de escenario en Cataluña, se atrajo también a Esquerra Republicana (ERC).

CiU está muy molesta, pero espera algún gesto del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Los dirigentes de esta formación confiaban en que el secretario general del PSOE podría presionar al Partit dels Socialistes (PSC) y forzar que dejara gobernar a CiU, ganadora de las elecciones. La situación fue resumida por Josep Antoni Duran, secretario general de CiU: "Tomamos nota de la actitud de los socialistas respecto a la voluntad de rechazo de lo que ha sido una expresión mayoritaria en las urnas y de lo que es en particular a CiU. Si la actitud del PSOE es la misma que la del PSC, no tiene sentido apoyar al Gobierno lo que queda de legislatura".

Duran pidió a Zapatero que concrete "si apoya la estrategia del PSC de excluir a CiU en Cataluña con el único motivo de impedir que gobierne". "Somos tan serios y estables en Cataluña como en Madrid; por tanto, si en Cataluña no se nos considera, lo que tiene sentido es que el PSOE busque el acuerdo con ERC. Si no servimos para gobernar en Cataluña tampoco servimos para hacerlo en España", agregó.

Pactos con Zapatero

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El líder de CiU, Artur Mas, en una entrevista en Catalunya Ràdio, abundó en esta idea y reclamó a Zapatero que concretase sus socios en el Congreso. Mas aseguró que no se siente "traicionado" por el presidente porque "contrariamente a lo que se dijo, no había ningún acuerdo entre él y yo, y por tanto no puede haber traición", señaló, en el sentido de que

supuestamente ambos acordaron, junto al Estatuto, que en Cataluña gobernara la fuerza más votada.

Por su parte, el portavoz parlamentario de CiU, Felip Puig, calificó de "farsa" y "engaño" la reedición de la alianza de izquierdas porque, a pesar de la estabilidad prometida, la "falta de cohesión está larvada".

Por su parte, el presidente del partido antinacionalista Ciutadans-Partido de la Ciutadania, Albert Rivera, calificó de "irresponsabilidad" la apuesta del tripartito, acusó a Montilla de "traicionar" al electorado no nacionalista del PSC y se mostró preocupado por la entrada de Esquerra. "Nos preocupa profundamente que departamentos como Gobernación o Cultura pasen a formar parte de ERC", señaló Rivera, quien aseguró que los tres diputados de Ciutadans trabajarán por la "conciliación" entre Cataluña y España para evitar la "confrontación".

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