Chirac apadrina la venta de 150 aviones Airbus a China

Las visitas de los mandatarios europeos a China y las de los chinos a Europa suelen ir arropadas con la firma de contratos millonarios. Ayer volvió a producirse el ritual, con motivo del viaje de cuatro días que el presidente francés, Jacques Chirac, está realizando al país asiático. El consorcio aeronáutico europeo Airbus anunció la venta de 150 aviones de pasillo único A-320, que, a precio de catálogo, valen un total de 9.900 millones de dólares (7.800 millones de euros), y una opción por 20 A-350.

Además, la compañía Alstom cerró un acuerdo para fabricar 500 locomotoras de mercancías...

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Las visitas de los mandatarios europeos a China y las de los chinos a Europa suelen ir arropadas con la firma de contratos millonarios. Ayer volvió a producirse el ritual, con motivo del viaje de cuatro días que el presidente francés, Jacques Chirac, está realizando al país asiático. El consorcio aeronáutico europeo Airbus anunció la venta de 150 aviones de pasillo único A-320, que, a precio de catálogo, valen un total de 9.900 millones de dólares (7.800 millones de euros), y una opción por 20 A-350.

Además, la compañía Alstom cerró un acuerdo para fabricar 500 locomotoras de mercancías con su socio chino Datong Electric Locomotives, por 1.200 millones de euros, de los cuales 300 millones irán a manos francesas. Las primeras 110 máquinas se producirán en Francia, y el resto en China.

Chirac, quien aseguró que el rápido crecimiento chino "cambiará la faz del mundo", fue recibido por el presidente, Hu Jintao, en la plaza de Tiananmen con una salva de 21 disparos, un honor que Pekín otorga raras veces. El presidente francés ha sido un ferviente defensor del levantamiento del embargo de venta de armas a China, que impuso la UE tras la matanza de Tiananmen en 1989 y que sigue en vigor. Y ayer volvió a pedir su fin.

Chirac y los líderes chinos también abordaron la crisis nuclear norcoreana. Emitieron una declaración conjunta en la que expresan su "grave preocupación" por la prueba atómica realizada por Pyongyang el pasado 9 de octubre, y por las ambiciones nucleares de Irán. Los dos países señalaron que están comprometidos a respetar los derechos humanos "teniendo en cuenta las situaciones específicas". Es la fórmula que suele utilizar Pekín para justificar el mantenimiento de la pena de muerte y lo que organizaciones como Amnistía Internacional consideran violaciones de los derechos humanos.

Además, Airbus y el Gobierno chino cerraron el pacto definitivo, anunciado hace meses, para fabricar aviones conjuntamente en Tianjin, ciudad a poco más de una hora por autopista de Pekín. El consorcio europeo, que tendrá el 51% de la sociedad mixta creada, espera con esta planta -la primera fuera de Europa- ganar peso en el mercado chino, donde compite con su rival estadounidense Boeing. Airbus calcula que las aerolíneas chinas comprarán 1.600 aviones en los próximos 20 años.

Pekín -que intenta mantener un equilibrio entre los dos fabricantes- adquirió 150 aparatos a Boeing durante la visita del presidente estadounidense, George W. Bush, a China en noviembre de 2005, y otros 150 a Airbus durante el viaje del primer ministro, Wen Jiabao, a Francia un mes después.

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