Reportaje:El proceso para el fin del terrorismo

Las víctimas en la tribuna, Batasuna a las puertas

La votación del apoyo al proceso de paz se produjo entre aplausos y abucheos

No se produjeron los temidos altercados con sello de Batasuna, pero sí una votación más que confusa entre gritos y abucheos. En la tribuna de invitados de la sede de la Eurocámara en Estrasburgo, las víctimas escuchaban con atención a los políticos. Mientras, a las puertas del Parlamento, Batasuna celebró un "acto festivo y reivindicativo" al que asistió medio millar de militantes que no intentaron entrar al tenerlo prohibido. Sí lo hicieron otros personajes del entorno de la formación ilegalizada como el secretario general del sindicato LAB, Rafael Díez Usabiaga, la parlamentaria vasca de EHA...

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No se produjeron los temidos altercados con sello de Batasuna, pero sí una votación más que confusa entre gritos y abucheos. En la tribuna de invitados de la sede de la Eurocámara en Estrasburgo, las víctimas escuchaban con atención a los políticos. Mientras, a las puertas del Parlamento, Batasuna celebró un "acto festivo y reivindicativo" al que asistió medio millar de militantes que no intentaron entrar al tenerlo prohibido. Sí lo hicieron otros personajes del entorno de la formación ilegalizada como el secretario general del sindicato LAB, Rafael Díez Usabiaga, la parlamentaria vasca de EHAK, Nekane Erauskin y el ex parlamentario europeo por Batasuna Koldo Gorostiaga.

El debate y posterior votación de dos textos sobre el proceso de paz -uno del PPE y otro promovido por los socialistas y otros tres grupos- venía precedido de semanas de negociaciones y mucho pasillo. Cambios en la redacción del texto la víspera y el miedo a que la disciplina de partido se quebrara dejaron hasta el final la puerta abierta a cualquier resultado. La expectación era máxima. Al final, la llama se encendió a cuenta del procedimiento de votación elegido por el presidente, Josep Borrell: voto electrónico en lugar de a mano alzada para una votación de una enmienda.

"No podemos entender la división en un tema como éste", dijo Gorka Landaburu
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El debate comenzó a las 9.00 y las intervenciones, algunas cargadas de emoción, se sucedieron sin incidentes. El hemiciclo, semivacío, estuvo ocupado en su mayoría por eurodiputados españoles. Las palabras de los líderes dejaron clara la división de la Cámara. Casi la mitad, en contra. La otra, a favor. El periodista Gorka Landaburu, víctima de un atentado etarra, manifestaba su frustración. "No podemos entender la división en un tema tan importante como éste, para conseguir la paz. Espero en el futuro cuando se desarrollen los primeros pasos de las negociaciones con ETA y nos acerquemos a esta paz tan deseada, el Parlamento se vuelva a pronunciar y por unanimidad. Lamento que la división venga principalmente del PP español cuando muchas de las víctimas apoyamos la negociación con ETA del señor Aznar", dijo al abandonar la tribuna de invitados.

Pasado el mediodía comenzó la votación. El reglamento de la Eurocámara establece la mecánica que debe aplicar el presidente. Consciente de la ajustada votación, optó directamente por el sistema electrónico, lo que suscitó numerosas protestas. Según los populares, que esgrimían el reglamento, debía haber planteado previamente la opción de mano alzada. Tras encendidas arengas a favor y en contra, se repitió parte de la votación, pero se mantuvo el sistema electrónico. Enérgicos aplausos procedentes de una mitad del hemiciclo, mucho más nutrido a la hora de votar, cerraron la sesión. "Siento un poco de vergüenza de que a estas alturas sigamos discutiendo por el tema de la paz. En vez de tantas declaraciones por la paz, que vengan y voten", dijo Carmen Torres Ripa, viuda del primer reportero asesinado por ETA.

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Mientras Torres Ripa hablaba, el ex diputado de Batasuna Koldo Gorostiaga se paseaba hablando con unos y otros sin provocar la menor reacción de eurodiputados. El día anterior, Batasuna explicó en conferencia de prensa que lo importante no era si tratarían de acceder o no al edificio al que tienen vedado el acceso, sino que saliera adelante la resolución sobre el proceso de paz firmada por todos los grupos políticos menos el PPE y Europa de las Naciones; y que, en cualquier caso, "la izquierda abertzale estaría presente en todos los actos".

Al pie del río Ill, junto a la sede de la Eurocámara, unos 500 militantes de la ilegalizada Batasuna desplegaron una gigantesca ikurriña que sirvió de decorado a la jornada reivindicativa que celebraron. Entre gritos a favor de la autodeterminación del País Vasco, Joseba Álvarez, responsable de la sección internacional de Batasuna mostraba su satisfacción por "la victoria de todos los que apoyamos la resolución del conflicto" y por las alusiones más o menos veladas al derecho a la independencia vasca que verbalizó algún eurodiputado. "Esto era lo más difícil, abrir la puerta. Ahora falta que las instituciones europeas se impliquen en la creación de grupos de trabajo que apoyen el proceso en el plano político, económico y de derechos humanos", afirmó.

Representantes de 55 organizaciones vascas -partidos, sindicatos y movimientos sociales- acudieron a la llamada de Batasuna. Tampoco faltó un representante del brazo político del IRA, el Sinn Fein, que habló subido a un escenario al aire libre sobre la importancia que tuvo la declaración del Parlamento Europeo en 1993 para el proceso de paz en Irlanda del Norte. A su lado, jóvenes mochileros levantaban piedras y cortaban troncos para homenajear "al deporte vasco".

Apenas una veintena de manifestantes ataviados con banderas españolas se manifestaron a la vez que Batasuna a las afueras del Parlamento sin que se produjeran enfrentamientos entre los dos grupos de militantes. La jornada transcurrió sin altercados.

La nota de color la había puesto la víspera nada menos que David Bisbal. El triunfito que cosecha ahora éxitos en medio mundo cantó la noche anterior dentro de la Eurocámara para promover la extensión de los derechos de autor desde los 50 años actuales hasta 95, como en Estados Unidos. Después de un extenso repertorio que fue la delicia de improvisadas fans, funcionarias, asistentes y del comisario británico de Comercio, Peter Mandelson, el cantante manifestó su apoyo a las iniciativas de paz. "¿Quién no quiere la paz?", se preguntó. "Quiero la paz. Yo siempre estoy con la paz", reiteró.

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