MIRADOR

Catalanidad

El fenómeno de la inmigración está en boca de los líderes políticos catalanes en la campaña a las elecciones del próximo 1 de noviembre, que discurre más bajo el signo de desprestigiar al rival y del eslogan fácil o a veces directamente ofensivo que sobre el debate de ideas. Y cuando éstas emergen no son muy afortunadas. En lo que respecta al problema migratorio abundan las perlas. Parecería como si hubiera aparecido una tendencia irrefrenable a endurecer el discurso y reclamar una patente de catalanidad a los extranjeros que quieran obtener la residencia legal en Cataluña.

El más explí...

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El fenómeno de la inmigración está en boca de los líderes políticos catalanes en la campaña a las elecciones del próximo 1 de noviembre, que discurre más bajo el signo de desprestigiar al rival y del eslogan fácil o a veces directamente ofensivo que sobre el debate de ideas. Y cuando éstas emergen no son muy afortunadas. En lo que respecta al problema migratorio abundan las perlas. Parecería como si hubiera aparecido una tendencia irrefrenable a endurecer el discurso y reclamar una patente de catalanidad a los extranjeros que quieran obtener la residencia legal en Cataluña.

El más explícito en esto ha sido el convergente Artur Mas, quien ha propuesto una especie de carné por puntos para que los inmigrantes puedan acceder a servicios sociales. El recién llegado dispondría de un sistema de créditos, de forma voluntaria, que podría ir acumulando a medida que demostrara su arraigo en Cataluña. ¿Que el inmigrante se matricula rápidamente en un cursillo de lengua y cultura catalanas? Pues entonces se beneficiaría de más servicios sociales y ayudas por parte de la Administración. El líder convergente no ha especificado qué derechos adicionales lograría como contrapartida el extranjero, ni cómo se realizaría la evaluación.

Es una idea ambigua y seguramente discriminatoria, que evoca el espíritu de lo que propugna en Francia el ultraderechista Le Pen o el ministro del Interior, Sarkozy. No difiere mucho de Mas el líder de Esquerra, Carod-Rovira, para quien cualquier peticionario de residencia en Cataluña debe mostrar "una voluntad de integración en el país, en sus derechos democráticos, su cultura y su lengua". "Cataluña no puede pagar la sanidad de toda África", ha dicho el líder nacionalista.

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