Borja de Riquer reivindica la herencia moral de la República

El historiador pronunció la conferencia de la Diada en el Ayuntamiento de Barcelona

"No pedían la luna". Esta breve frase resume en cierta manera el eje central de la emotiva conferencia, dedicada a reivindicar la herencia moral de la generación de la República, que ayer pronunció el historiador Borja de Riquer en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona con motivo de la celebración de la Diada. Lo que pedía aquella generación de 1931, dijo Borja de Riquer, es lo que ahora defiende la Constitución y, por lo tanto, añadió, son valores que hoy consideramos vigentes.

Como él mismo reconoció, más que una lección de historia, que también la hizo, Borja de Riquer optó p...

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"No pedían la luna". Esta breve frase resume en cierta manera el eje central de la emotiva conferencia, dedicada a reivindicar la herencia moral de la generación de la República, que ayer pronunció el historiador Borja de Riquer en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona con motivo de la celebración de la Diada. Lo que pedía aquella generación de 1931, dijo Borja de Riquer, es lo que ahora defiende la Constitución y, por lo tanto, añadió, son valores que hoy consideramos vigentes.

Como él mismo reconoció, más que una lección de historia, que también la hizo, Borja de Riquer optó por la "reflexión cívica" a través del repaso de los valores que defendieron los republicanos (igualdad social, secularización) y, también, por el recuerdo de las muchas dificultades con las que se encontraron a la hora de aplicarlos. Especialmente hizo hincapié en el contexto internacional poco favorable debido al retroceso de los sistemas liberales democráticos -recordó que en 1939 llegó a haber 17 dictaduras en Europa frente a sólo 11 democracias- y, sobre todo, en la fuerte oposición interna de la extrema derecha que desde el primer momento intentó boicotear el régimen republicano. Según Borja de Riquer, pese a que hubo errores, inexperiencia y sectarismo en parte de los políticos republicanos, también hubo iniciativas notables y, sobre todo, los conflictos, que eran muchos, estaban encauzados en la vía democrática, algo que, precisamente, fue lo que el golpe de Estado de 1936 quiso eliminar incluso de la memoria."Sería un error y una injusticia renunciar a recuperar la herencia republicana, por contradictoria que sea. Porque olvidarla significaría, de hecho, dar por buena la tesis de los ganadores de la Guerra Civil, de los que desde el primer momento intentaron esconder y distorsionar lo que había significado la cultura republicana. Olvidarla es rechazar identificarse con unos valores como los de la democracia, de la ciudadanía, del reformismo social, de la secularización de la sociedad, del impulso a la educación y a la cultura populares, del reconocimiento de los derechos de las mujeres y de la pluralidad identitaria singular. ¿Acaso estos valores, que eran consustanciales a la vieja cultura republicana, son unos valores que hoy no están vigentes?".

La conferencia, extensa y que en un semana podrá ser consultada íntegra en la página web del Ayuntamiento de Barcelona, recibió un largo y efusivo aplauso de los asistentes al acto. Sólo se abstuvo el presidente del grupo municipal del PP, Alberto Fernández Díaz, que después consideró que había sido una conferencia "parcial, impropia de una institución plural como es el Ayuntamiento de Barcelona". Según señaló, su desagrado se debía "no tanto a lo que ha dicho sino a lo que no ha dicho".

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