La zona euro crece al mayor ritmo en casi seis años por el impulso de la inversión

La recuperación en Francia y Alemania prepara el terreno para una nueva subida de tipos

La economía de la zona euro creció en el segundo trimestre al ritmo más fuerte en casi seis años, lo que allana el camino al Banco Central Europeo para subir los tipos de interés en octubre. El producto interior bruto (PIB) de los 12 países que comparten moneda avanzó a una tasa anual del 2,6%, dos décimas más de lo pronosticado inicialmente por la oficina estadística comunitaria (Eurostat) y cinco décimas más que en el primer trimestre, gracias al impulso de la inversión. Tras Grecia, España es la que más crece. La tasa de paro se mantuvo en julio en el mínimo histórico del 7,8%.

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La economía de la zona euro creció en el segundo trimestre al ritmo más fuerte en casi seis años, lo que allana el camino al Banco Central Europeo para subir los tipos de interés en octubre. El producto interior bruto (PIB) de los 12 países que comparten moneda avanzó a una tasa anual del 2,6%, dos décimas más de lo pronosticado inicialmente por la oficina estadística comunitaria (Eurostat) y cinco décimas más que en el primer trimestre, gracias al impulso de la inversión. Tras Grecia, España es la que más crece. La tasa de paro se mantuvo en julio en el mínimo histórico del 7,8%.

Tras años de debilidad, la economía de la zona euro está en una etapa de recuperación, alimentada sobre todo por la reactivación de sus dos mayores potencias (Alemania y Francia). El PIB creció un 0,9% en el segundo trimestre respecto al primero. Se trata del mayor índice desde 2000 y, por primera vez desde 2001, supera a EE UU (un 0,7% en igual periodo). Además, Eurostat revisó al alza del 0,6% al 0,8% el crecimiento intertrimestral en el primer trimestre. Así, el PIB finalizó el semestre con un avance anual del 2,6% en la zona euro en el segundo trimestre, el mayor nivel desde comienzos de 2001.

La fortaleza del crecimiento se basa principalmente en la inversión, que creció un 2,1% en el segundo trimestre respecto al anterior (frente al 0,9% del primer trimestre). Sin embargo, el consumo sigue débil, con un crecimiento en ese mismo periodo del 0,3%, cuatro décimas menos que en el primer trimestre, lo que pone de manifiesto que los alemanes -la mayor economía europea- se muestran desconfiados a la hora de gastar.

En el conjunto de los 25 países de la UE, el PIB creció un 0,9% en el segundo trimestre respecto al primero, con lo que la tasa anual se sitúa en el 2,8% (frente al 2,4% del primer trimestre), según Eurostat.

La mejora en el crecimiento allana el camino para que el Banco Central Europeo (BCE) decida una nueva subida de los tipos de interés -del 3% actual al 3,25%- en la reunión prevista para el 5 de octubre. De hecho, los mercados ya están descontando ese incremento y esperan otro aumento de un cuarto de punto en el precio del dinero antes de que finalice el año. Con este movimiento, el objetivo del organismo sería contener la inflación sin entorpecer el crecimiento económico. Hay que tener en cuenta que, aunque la tasa de inflación se situó en agosto en el 2,3% en la zona euro pese a los récord de cotización del barril (en el nivel de los 70 dólares), el objetivo fijado para todo el año es el 2%.

Por el contrario, el riesgo de desaceleración en el crecimiento económico está pesando más que la amenaza de la inflación en el caso de Estados Unidos. La Reserva Federal (banco central estadounidense) ha decidido detener su política de subida de tipos, al menos de momento, y los inversores confían en que mantenga el precio del dinero en el 5,25% este mes.

La inflación también supone un peligro para la mayor economía del mundo, pero los precios subieron en julio un 0,4% respecto a junio, lo que permitió rebajar dos décimas la tasa de inflación interanual, hasta el 4,1%. Aún así, la tasa interanual está en el 2,7%, su nivel más alto desde diciembre de 2001.

Las subidas de tipos de interés en la zona euro pueden provocar un enfriamiento. Existen otras señales de ralentización: los índices de confianza muestran un menor optimismo de los consumidores y las empresas, mientras el índice de producción industrial creció en agosto por 14º mes consecutivo, pero lo hizo menos de lo esperado.

Pese a todo, esta semana el BCE ha revisado al alza sus previsiones. En concreto, el organismo espera que el PIB de la zona euro aumente entre el 2,2% y el 2,8% en 2006, y entre el 1,6% y el 2,6% en 2007.

Grecia y España, en cabeza

Con una tasa de crecimiento anual del 3,7%, España sigue a la cabeza de la zona euro en crecimiento económico, sólo por detrás de Grecia (4,1%). Hay que tener en cuenta que, en cambio, la economía española es la más inflacionista. El crecimiento repunta en Alemania (2,4%) y Francia (2,6%).

La oficina estadística también publicó ayer datos de empleo. La tasa de paro de la zona euro se mantuvo en julio en el 7,8% con respecto al mes anterior, y es ocho décimas inferior al resultado del mismo mes de 2005. Se trata del nivel más bajo desde el nacimiento del euro como divisa, en enero de 1999. En la UE, el desempleo también se mantuvo, en el 8%. Las mayores tasas se registraron en Polonia (15%), Eslovaquia (14%), Grecia (9,2%), Francia (8,9%) y Bélgica (8,7%). En España, el porcentaje de parados se situó en el 7,6%.

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