Guerra en Oriente Próximo

Francia presiona para que la ONU adopte una resolución urgente de alto el fuego

Naciones Unidas pide a Israel y Hezbolá 72 horas de tregua para distribuir ayuda humanitaria

Francia, la última potencia colonial en Líbano, ha decidido emplearse a fondo en sus últimos días en la presidencia de turno del Consejo de Seguridad de la ONU para lograr una resolución del organismo exigiendo un alto el fuego inmediato en el conflicto. París quiere que ese documento, que incluye el intercambio de prisioneros, sea debatido la próxima semana por los 15 miembros del Consejo. Por su parte, el vicesecretario general de la ONU para Asuntos humanitarios, Jan Egeland, pidió ayer a Israel y Hezbolá 72 horas de tregua para distribuir en el sur de Líbano ayuda de emergencia.

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Francia, la última potencia colonial en Líbano, ha decidido emplearse a fondo en sus últimos días en la presidencia de turno del Consejo de Seguridad de la ONU para lograr una resolución del organismo exigiendo un alto el fuego inmediato en el conflicto. París quiere que ese documento, que incluye el intercambio de prisioneros, sea debatido la próxima semana por los 15 miembros del Consejo. Por su parte, el vicesecretario general de la ONU para Asuntos humanitarios, Jan Egeland, pidió ayer a Israel y Hezbolá 72 horas de tregua para distribuir en el sur de Líbano ayuda de emergencia.

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El presidente francés, Jacques Chirac, dijo ayer en el Elíseo que con la adopción de esta resolución, lo que su país busca es el compromiso inequívoco de la comunidad internacional a favor de un alto el fuego inmediato en Líbano "fundado en un acuerdo político entre las partes y apoyado por el despliegue de una fuerza internacional con mandato de la ONU". La fuerza de estabilización que plantea París controlaría una franja de separación a lo largo de la frontera entre Israel y Líbano. El borrador de resolución francés propone, además, dar a las partes un plazo de entre 10 y 15 días para que puedan intercambiar prisioneros. Éstos quedarán bajo la custodia de terceras partes, un país o una organización en la que tanto Israel como Hezbolá puedan confiar. Un pilar básico del texto es la resolución 1559, en la que se exige a Beirut la desmilitarización de Hezbolá y se reconoce la soberanía y la integridad territorial de Líbano.

"Queremos avanzar rápido", indicaron ayer fuentes diplomáticas francesas en Naciones Unidas. La idea es convocar una reunión de los miembros del Consejo de Seguridad que aborde la cuestión del alto el fuego, quizás el martes o, a más tardar, el jueves. "Pero aún no hay nada en firme", insisten con cautela desde la delegación francesa, a la vez que explican que la intención es tener listo un primer borrador para ese eventual encuentro. El texto, añaden, utilizará propuestas ya esbozadas en otros documentos presentados por el embajador francés ante la ONU, Jean-Marc de La Sabliere.

Ese primer documento, que expresa una condena directa a las "fuerzas extremistas que buscan desestabilizar la región", en referencia a los ataques de Hezbolá, gira en torno a las bases de la resolución 1559 del Consejo de Seguridad, adoptada por la mínima en septiembre de 2004 (por nueve votos a favor y seis abstenciones). Esa resolución pedía expresamente a Beirut que desarmara y desmilitarizara a las milicias presentes en el país. Ahora Francia propone reafirmar el apoyo de la ONU al Gobierno libanés, para que haga valer su autoridad frente a la de Hezbolá en todo el territorio. Francia contó con el apoyo de Estados Unidos en la adopción de la resolución 1559 declarando la soberanía de Líbano hace dos años y exigiendo la retirada de las tropas sirias del país, tras una ocupación que se prolongó durante 27 años. Esa sintonía no existe ahora, las dos potencias difieren bastante a la hora de abordar la cuestión del alto el fuego en Líbano.

Washington, que se quedó completamente aislado en la reciente cumbre de Roma, plantea reservas jurídicas a esta idea, porque considera que no se puede negociar el cese de la acción arma con una organización terrorista, como Hezbolá. Por eso prefiere hablar de "cese de hostilidades".

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"Lo importante es trabajar sobre un texto que contribuya a una solución duradera de la crisis", dijo días atrás el embajador estadounidense John Bolton, que considera clave "el desarme de Hezbolá". "El Gobierno libanés debe ejercer el control sobre su territorio", remachó. Rusia es otro de los países que está a favor de que se pida un alto el fuego en Líbano, pero su embajador en la ONU dijo que todavía no hay nada formal en este sentido sobre la mesa de negociaciones del Consejo de Seguridad.

La Sabliere explicó esta semana que la crisis humanitaria que se vive en Líbano y el bombardeo israelí contra la posición de la Fuerza Interina en Líbano (FINUL) en Jiam, que costó la vida el martes a cuatro cascos azules desarmados, son la muestra de que la violencia en Oriente Próximo debe cesar de inmediato. En este sentido, el presidente Chirac dijo ayer que las medidas anunciadas en Roma el pasado miércoles deben aplicarse "sin mayor dilación" e insistió en la "urgencia" de que se abran corredores humanitarios para que la ayuda pueda llegar a la población.

Observadores desarmados

En paralelo, y para evitar que los observadores de la ONU sean víctimas de un incidente similar al del martes, el mando de FINUL empezó ayer a concentrar temporalmente sus efectivos desarmados, transfiriéndolos hacia zonas más seguras y libres del fuego cruzado entre Hezbolá y las fuerzas militares israelíes. El Consejo de Seguridad está considerando entre prorrogar el mandato de FINUL durante un mes, hasta que ver cómo se puede integrar este operativo en la fuerza multinacional propuesta por Francia, Reino Unido y la propia ONU.

Por otra parte, un portavoz del Departamento de Estado de EE UU calificó ayer como "escandalosa" la conclusión formulada por Israel al término de la conferencia de Roma del miércoles, informa Javier del Pino. El ministro de Justicia israelí, Haim Ramon, aseguró que el fracaso de esa reunión y la falta de un acuerdo internacional para exigir el alto el fuego debía interpretarse como una luz verde para continuar sus ataques sobre Líbano.

El portavoz diplomático estadounidense, Adam Ereli, afirmó que "semejante declaración es escandalosa". Según Ereli, su país "no escatima esfuerzos para tratar de construir una solución duradera a este conflicto", dijo.

Una nube de humo se eleva desde una subestación eléctrica del sur de Beirut destruida por un misil israelí.ASSOCIATED PRESS

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