Arabia Saudí advierte del riesgo de una guerra regional
Arabia Saudí advirtió ayer del riesgo de una guerra generalizada en todo Oriente Próximo, a causa de la "arrogancia" de Israel que persiste en su rechazo a un alto el fuego. Aunque se sitúa políticamente en las antípodas del reino wahabita, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, abundó en el mismo sentido. "Los que siembran viento", afirmó en una rueda de prensa en Tayikistán, "recogerán una tormenta en todo Oriente Próximo que afectará a toda la región".
"Si la opción de la paz fracasa por culpa de la arrogancia de Israel, no habrá más salida que la guerra", recalca el comun...
Arabia Saudí advirtió ayer del riesgo de una guerra generalizada en todo Oriente Próximo, a causa de la "arrogancia" de Israel que persiste en su rechazo a un alto el fuego. Aunque se sitúa políticamente en las antípodas del reino wahabita, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, abundó en el mismo sentido. "Los que siembran viento", afirmó en una rueda de prensa en Tayikistán, "recogerán una tormenta en todo Oriente Próximo que afectará a toda la región".
"Si la opción de la paz fracasa por culpa de la arrogancia de Israel, no habrá más salida que la guerra", recalca el comunicado oficial de Arabia Saudí. "Entonces sólo Dios sabrá lo que la región vivirá de guerras y conflictos de los que no se librará nadie, ni siquiera aquellos proclives a jugar con fuego porque confían en su poderío militar", prosigue el texto saudí.
Coincidiendo con la publicación de este comunicado ayer llegó a Riad el presidente egipcio, Hosni Mubarak, para coordinar con el rey Abdalá la posición de sus dos países en la conferencia ministerial que hoy se celebra en Roma.
El reino saudí anunció además ayer la concesión de una ayuda récord de 1.500 millones de dólares (1.187 millones de euros) a Líbano devastado por los bombardeos de Israel. Se trata de la mayor ayuda jamás concedida de golpe por Arabia Saudí, primer exportador mundial de petróleo. Riad decidió además otorgar otros 250 millones de dólares (200 millones de euros) a los palestinos para la reconstrucción de Cisjordania y de la franja de Gaza.