La polémica de la transmisión de valores

La "causa profunda" del malestar mostrado por la Conferencia Episcopal y por las patronales católicas ante la asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos radica en que, "por primera vez en la historia de España, el Estado asume la transmisión de valores, una tarea que hasta ahora correspondía casi en exclusiva a la Iglesia Católica", asegura Victorino Mayoral, presidente de la Fundación CIVES. Ésta es una de las entidades consultadas por el Ministerio de Educación y que la pasada semana organizó en Madrid el primer Congreso Europeo para la Ciudadanía.

Para Mayoral,...

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La "causa profunda" del malestar mostrado por la Conferencia Episcopal y por las patronales católicas ante la asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos radica en que, "por primera vez en la historia de España, el Estado asume la transmisión de valores, una tarea que hasta ahora correspondía casi en exclusiva a la Iglesia Católica", asegura Victorino Mayoral, presidente de la Fundación CIVES. Ésta es una de las entidades consultadas por el Ministerio de Educación y que la pasada semana organizó en Madrid el primer Congreso Europeo para la Ciudadanía.

Para Mayoral, el origen del conflicto que probablemente se avecina estriba en que "ellos ven que se les ha acabado el monopolio" de la transmisión de valores desde un punto de vista "confesional católico". Por eso, Mayoral entiende que la nueva asignatura es una auténtica revolución educativa, "la mejor aportación de la LOE", que determinará los principios comunes de convivencia y dará como resultado "mejores ciudadanos en el futuro. Mejores españoles".

Lo contrario opina el cardenal primado de Toledo, Antonio Cañizares, quien recientemente advertía de que "el problema está en la concepción educativa que hay detrás de la LOE". El prelado insta a los padres a que "no permitan que sus hijos sean educados por otros".

Isabel Bazo, presidenta de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), cree en esta línea que la moral "es algo que no se debe evaluar en el colegio". "¿Cómo se examina en septiembre un niño suspendido en junio por no compartir los valores morales del profesor de Educación para la Ciudadanía?", se pregunta. Mayoral sale al paso de esta reflexión recordando que "resulta cínico que cuestionen precisamente esto quienes se han pasado la vida evaluando la moral del catecismo".

Ante semejante disparidad de criterio, Alejandro Tiana, secretario general de Educación, sabe que una de las claves está en "formar muy bien a los profesores y detallar los contenidos" para que, en la práctica, no se traicione "el espíritu" de la asignatura, que es la convivencia pacífica en el respeto a los demás.

Eugenio Nasarre, ponente del PP en la Comisión de Educación, vaticinó una confrontación a cara de perro durante el debate parlamentario. "El Estado no puede extralimitarse ni imponer su modelo de moral social. Habrá un gran malestar y una nueva división en la escuela", aseguró este responsable.

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