La Feria de Teatro busca su público entre niños de uno a tres años con 'En el jardín'
Los niños de uno a tres años viven el teatro de forma diferente a los adultos, pero son un auténtico público. La compañía alavesa Teatro Paraíso lo siente así, quiso experimentar con ellos, y por eso creó junto al grupo belga De La Guimbarda En el jardín, una historia visual que mezcla teatro, vídeo, sombras y dibujos. El montaje podrá verse hoy en la casa de cultura Lugaritz dentro del programa de la Feria de Teatro donostiarra (12.00 y 18.00).
Teatro Paraíso estrenó en otoño en Vitoria esta obra que ha viajado por Bélgica, Francia o Italia y regresa a San Sebastián avalada por ...
Los niños de uno a tres años viven el teatro de forma diferente a los adultos, pero son un auténtico público. La compañía alavesa Teatro Paraíso lo siente así, quiso experimentar con ellos, y por eso creó junto al grupo belga De La Guimbarda En el jardín, una historia visual que mezcla teatro, vídeo, sombras y dibujos. El montaje podrá verse hoy en la casa de cultura Lugaritz dentro del programa de la Feria de Teatro donostiarra (12.00 y 18.00).
Teatro Paraíso estrenó en otoño en Vitoria esta obra que ha viajado por Bélgica, Francia o Italia y regresa a San Sebastián avalada por premios internacionales a la innovación. Lo que propone la compañía es romper moldes para captar la atención del público joven. Para empezar, sólo admite a 60 espectadores de una vez, y además sentados en unas gradas en el mismo escenario. "Necesitan intimidad y cercanía" para disfrutar de la historia, explicó ayer Pilar López, coordinadora de Paraíso. Pero además les propone una aventura visual y lúdica protagonizada por una mujer (Rosa García Sardón) que sueña sentada en su jardín. Un hombre (Alberto Martínez Guinaldo) se acerca a ella y le invita a hacer un viaje por el mundo de las imágenes. Juntos descubrirán una tela entre los árboles que se convierte en una página en blanco para crear y transformar.
La representación como tal sólo dura media hora, pero los actores suelen emplear quince más para presentarse a su público y hacer que se sienta cómodo antes de empezar y concluir la función. "A lo largo de la obra los niños expresan lo que sienten. Hay momentos de silencio, de risas y de aplausos, pero no por reconocimiento a los artistas, sino como expresión de su emoción", aseguró López.