Una sentencia ejemplarizante

Juan Carlos Robinson ingresó en 1982 en el PCC. En 1993 fue designado primer secretario de la provincia de Guantánamo y un año después a igual cargo en Santiago, la segunda ciudad del país. En el V Congreso, 1997, fue elegido miembro del Buró Político.

Nunca un miembro del Politburó había sido llevado a los tribunales. Como mucho, se habían producido expulsiones deshonrosas, como sucedió en 1992 con el ex jefe del aparato ideológico Carlos Aldana, y en 2002 con el ex ministro de Relaciones Exteriores Roberto Robaina. Pero ninguno fue acusado de corrupción, sino de errores en el ejercici...

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Juan Carlos Robinson ingresó en 1982 en el PCC. En 1993 fue designado primer secretario de la provincia de Guantánamo y un año después a igual cargo en Santiago, la segunda ciudad del país. En el V Congreso, 1997, fue elegido miembro del Buró Político.

Nunca un miembro del Politburó había sido llevado a los tribunales. Como mucho, se habían producido expulsiones deshonrosas, como sucedió en 1992 con el ex jefe del aparato ideológico Carlos Aldana, y en 2002 con el ex ministro de Relaciones Exteriores Roberto Robaina. Pero ninguno fue acusado de corrupción, sino de errores en el ejercicio del cargo. A lo más, en el caso de Aldana, de "favorecer actos de corrupción". Sí hubo condenas ejemplarizantes previas por corrupción, como la del ex secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas, Luís Orlando Domínguez, en 1985, o la del ex ministro de Transporte Diocles Torralba, en 1989, ambos a 20 años de cárcel, pero ninguno ocupaba un cargo tan alto en el partido.

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