Fomento contrata una universidad australiana para impartir inglés a pilotos y controladores

Los empleados que suspendan no podrán intervenir en operaciones internacionales

La Sociedad para las Enseñanzas Aeronáuticas Civiles, SA (SENASA), dependiente del Ministerio de Fomento, firma hoy, lunes, un contrato con una universidad australiana, el Royal Melbourne Institute of Technology (RMIT), para comprar su programa de formación en inglés aeronáutico (que España podrá vender posteriormente a otros países). La idea es garantizar que pilotos y controladores españoles tienen el nivel adecuado para su trabajo, con controles periódicos. Los que no aprueben no podrán intervenir en operaciones internacionales.

En la historia de la aviación comercial hay abundantes ...

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La Sociedad para las Enseñanzas Aeronáuticas Civiles, SA (SENASA), dependiente del Ministerio de Fomento, firma hoy, lunes, un contrato con una universidad australiana, el Royal Melbourne Institute of Technology (RMIT), para comprar su programa de formación en inglés aeronáutico (que España podrá vender posteriormente a otros países). La idea es garantizar que pilotos y controladores españoles tienen el nivel adecuado para su trabajo, con controles periódicos. Los que no aprueben no podrán intervenir en operaciones internacionales.

En la historia de la aviación comercial hay abundantes casos de accidentes por problemas con el idioma, entre ellos el ocurrido en el aeropuerto de Los Rodeos (Tenerife) en 1977, cuando el choque de dos aviones en pista provocó la muerte de 563 personas.

Con esta medida, impulsada por el Colegio de Pilotos de Aviación Civil (Copac), el Gobierno español trata de dar cumplimiento a las normas establecidas por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI, dependiente de Naciones Unidas) vigentes desde 2003, si bien se da de plazo hasta marzo de 2008 para cumplir los requisitos para que se comuniquen pilotos y controladores en operaciones internacionales. Obviamente, el conocimiento de inglés ya era obligatorio para estos profesionales, pero no existía un seguimiento de su competencia lingüística ni un estándar internacional al respecto. La Dirección General de Aviación Civil comenzará a reclamar esta misma semana a las compañías y a AENA (ente público del que dependen los controladores) que empiecen a realizar pruebas a su personal, según señala un portavoz de Fomento.

La razón de que se haya elegido una universidad de los antípodas estriba en la experiencia y prestigio que tiene esa institución en la enseñanza de inglés aeronáutico en Asia, dicen fuentes próximas a la negociación. Según explica la universidad antípoda, su programa se utiliza en la industria aeronáutica de China, Rusia, Emiratos Árabes Unidos y Omán, y tiene acuerdos con ALTEON (subsidiaria de Boeing) para Corea y BAE Systems (de British Aerospace) en Omán.

La OACI estableció que los profesionales de la aviación que se comunican por radioteléfono deben poseer como mínimo el nivel cuatro de competencia lingüística en inglés (denominado nivel operacional). Los que certifiquen dicho nivel deben volver a examinarse cada tres años, y los que posean el nivel cinco, cada seis años.

El acuerdo incluye la compra de los derechos para terceros países, a los que España podrá vender (en algunos casos en condiciones ventajosas, como parte de la ayuda al desarrollo) los medios audiovisuales.

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