Fin de semana

Obra maestra

La formula de presentar obras maestras de la fotografía en la sala DV de San Sebastián resulta cuando menos interesante. Es una manera de llamar la atención sobre determinados autores y descubrir la grandeza o miseria de la fotografía, ya que los frutos de la cámara oscura pueden resultar muy variopintos. Supone una consecuencia inevitable cuando los autores realizan sus tomas con criterios, sin menospreciar su importancia, exclusivamente tecnológicos, cuando olvidan la agudeza visual, las pasiones del alma, la memoria y la reflexión intelectual.

Estos días se presenta la que puede cons...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La formula de presentar obras maestras de la fotografía en la sala DV de San Sebastián resulta cuando menos interesante. Es una manera de llamar la atención sobre determinados autores y descubrir la grandeza o miseria de la fotografía, ya que los frutos de la cámara oscura pueden resultar muy variopintos. Supone una consecuencia inevitable cuando los autores realizan sus tomas con criterios, sin menospreciar su importancia, exclusivamente tecnológicos, cuando olvidan la agudeza visual, las pasiones del alma, la memoria y la reflexión intelectual.

Estos días se presenta la que puede considerarse una obra maestra de Alexander Rodchenko (San Petesburgo, 1891-Moscú, 1956). Se trata de una vista callejera en blanco y negro tomada a vista de pájaro. Junto a ella y en el mismo espacio se presenta una serie de fotografías de Beat Streuli (Suiza, 1957). Son copias en color, las tres primeras de tamaño mural y el resto de formato mediano. Haciendo coincidir a ambos autores se pretende establecer lo que eufemísticamente se conoce por un dialogo entre las obras de uno y la obra de otro.

Sin más filigranas lingüísticas se trata de una comparación entre las fotos tomadas por ambos realizadores. La desproporción entre los dos resulta más que evidente. El ruso precisa simplemente de una fotografía, Street from above, para dejar claros los criterios de experimentalidad que le llevaron a marcar las grandes tendencias compositivas de las vanguardias clásicas, aquellas donde se primaba la línea como elemento creativo. Líneas cruzadas, oblicuas, diagonales, acompañadas de planos picados y contrapicados.

Por su parte, el autor suizo se mueve en territorios menos experimentales. Sus fotografías poco tienen que ver con los criterios de las vanguardias clásicas ni tampoco con las excelsas composiciones, también callejeras, del americano Garry Winogrand. Registra objetos, gentes en su deambular por las calles de una ciudad, en este caso Nueva York. Son fragmentos de vida cotidiana de indudable valor antropológico, pero alejados de poder marcar nuevas pautas estilísticas. Es una manera de hacer muy frecuente entre reporteros gráficos, pero que en su caso no ofrece especial originalidad.

En definitiva, una comparación entre autores un tanto desequilibrada que nos enseña la riqueza de la historia de la fotografía y lo importante de tener siempre viva la memoria y el recuerdo.

Beat Streuki y Alexander Rodchenko. Espacio DV. San Martín, 5; San Sebastián. Hasta el 27 de mayo. De martes a viernes: de 17.00 a 21.00. Sábados: de 11.00 a 14.00h y 17.00 a 21.00.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En