Cartas al director

Pena de muerte

"Un joven apuñala al asesino de su padre en una ejecución islámica". Media página escalofriante con recuadro, a tres columnas, dedicada a la noticia, ocurrida en Somalia, con una secuencia de tres fotogramas de la coreografía del horror, incluido un primer plano del reo, todavía vivo. Esto en la edición de EL PAÍS (4 de mayo de 2006, página 10). En la misma página, en su esquina izquierda, otro titular, claramente de menor rango: "Ohio tarda 90 minutos en ejecutar a un preso con una inyección letal" (las cursivas son mías). Apenas tres breves párrafos, sin apoyo gráfico....

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

"Un joven apuñala al asesino de su padre en una ejecución islámica". Media página escalofriante con recuadro, a tres columnas, dedicada a la noticia, ocurrida en Somalia, con una secuencia de tres fotogramas de la coreografía del horror, incluido un primer plano del reo, todavía vivo. Esto en la edición de EL PAÍS (4 de mayo de 2006, página 10). En la misma página, en su esquina izquierda, otro titular, claramente de menor rango: "Ohio tarda 90 minutos en ejecutar a un preso con una inyección letal" (las cursivas son mías). Apenas tres breves párrafos, sin apoyo gráfico.

Ambas personas murieron amarradas, a un palo la somalí, a una cama la estadounidense. A la primera la apuñala un joven. A la segunda la ejecuta, aunque tardando, Ohio. El etnocentrismo se demuestra en tratamientos informativos tan peligrosos y tendenciosos como éstos. Ambos hechos son igualmente repugnantes. Pero en uno ponemos cara, nombres y edades de víctima y asesino. La sangre nos salpica, nuestra sensibilidad se retuerce; en el otro, contaminado por la misma asepsia de las salas de ejecuciones norteamericanas, "ejecuta Ohio", es decir, nadie en concreto inyectó la muerte.

Hasta en la pena de muerte hay grados. Otro triunfo del american way of death. Qué tristeza.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En