Una subordinada de Vendrell investigará las polémicas cartas de ERC

Carretero designó antes de cesar en el cargo a la funcionaria que dirigirá la investigación

Barcelona Xavier Vendrell, flamante consejero de Gobernación, y responsable del envío de cartas a trabajadores de la Generalitat en las que se exigía el pago de cuotas a Esquerra Republicana, deberá rendir cuentas por el espinoso episodio de las misivas en las próximas semanas. La investigación gubernamental del asunto está en marcha, pero, la llegada de Vendrell al Departamento de Gobernación ha creado una situación singular: la funcionaria encargada de la investigación y de determinar las responsabilidades del hasta ahora secretario de finanzas de ERC se ha convertido en subordinada del inve...

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Barcelona Xavier Vendrell, flamante consejero de Gobernación, y responsable del envío de cartas a trabajadores de la Generalitat en las que se exigía el pago de cuotas a Esquerra Republicana, deberá rendir cuentas por el espinoso episodio de las misivas en las próximas semanas. La investigación gubernamental del asunto está en marcha, pero, la llegada de Vendrell al Departamento de Gobernación ha creado una situación singular: la funcionaria encargada de la investigación y de determinar las responsabilidades del hasta ahora secretario de finanzas de ERC se ha convertido en subordinada del investigado.

Carme Cuartero es, desde el pasado lunes, responsable del área de Inspección de la Función Pública del Departamento de Gobernación. De esta área depende la investigación de las cartas de Esquerra Republicana y desde que le llegó este encargo, la plaza que ahora ocupa Cuartero, funcionaria de carrera, ha sido una de las más inestables del Gobierno catalán. Joan Oller, anterior responsable de Inspección de la Función Pública, abandonó el puesto pocos días después de recibir el encargo. El Departamento de Gobernación aseguró que la destitución de este funcionario ya estaba prevista desde un mes antes. Pero su relevo no fue fácil. Quien debía sustituirle, Joan Carles Gordón, renunció a aceptar el puesto horas antes de comenzar su nuevo trabajo. En las últimas tres semanas la plaza ha quedado vacante.

Fue el mismo Carretero, justo antes de abandonar el cargo como consejero, quien, la semana pasada, optó por poner a Cuartero al frente de la Inspección de la Función Pública. El nuevo consejero, Xavier Vendrell, se incorporó al cargo el pasado viernes. Cuartero, según fuentes de Gobernación, lo hizo el lunes. Ahora, esta funcionaria de carrera deberá investigar las cartas que envió su máximo jefe cuando éste era secretario general del primer consejero y secretario de organización y finanzas de Esquerra.

Fuentes del Departamento de Gobernación consultadas por este diario no vieron ayer ninguna anormalidad en esta situación. "La investigación de un asunto que afecta a trabajadores de la Generalitat depende del Departamento de Gobernación, esto no puede cambiarse así como así", explicaron estas fuentes. Lo mismo afirmaron desde Presidencia, que manifestaron que, por ahora, no se ha hablado de encargar la investigación a otro departamento. Tampoco se sabe cuándo se producirá la comparecencia parlamentaria de Vendrell para explicar su versión del caso.

Sin embargo, en el tripartito hay muchas voces que siguen rechazando el nombramiento de Vendrell y las responsabilidades que se le han asignado. Ayer mismo, el portavoz de Iniciativa, Joan Boada, acusó al nuevo consejero de "falta de ética política" por sus métodos a la hora de recaudar dinero para Esquerra Republicana.

Ayer, en la rueda de prensa posterior al Consell Executiu, el primer consejero, Josep Bargalló, rechazó estas críticas y aseguró que, pese a ser objeto de una investigación de la Fiscalía, "el Gobierno no tiene constancia de que se le investigue por ningún delito concreto".

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En la misma rueda de prensa, Bargalló aseguró que Maragall tiene todo el respaldo del tripartito en su decisión de cambiar hasta seis consejeros de su Gobierno e hizo suya una frase del presidente, pronunciada en privado el pasado lunes, en el sentido de que el Ejecutivo catalán está entrando en una nueva fase en la que, por encima de la "cultura de coalición" primará "la cultura de Gobierno".

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