Bin Laden en Darfur

El líder de la red terrorista islamista Al Qaeda, el millonario saudí y megaasesino Bin Laden, tiene ya muy arraigada esa costumbre, que comparte con otros muchos terroristas, de asomarse de vez en cuando al exterior desde su guarida a explicarnos al resto del mundo los acontecimientos que nos preocupan o afligen así como sus causas. Siempre aprovecha para amenazar masivamente a todos los que no creen o piensan como él. Esta vez nos envía a infieles, apóstatas y enemigos sus amenazas, no en un vídeo como suele hacer, sino en una modesta grabación de voz.

Desde Palestina a Chechenia...

El líder de la red terrorista islamista Al Qaeda, el millonario saudí y megaasesino Bin Laden, tiene ya muy arraigada esa costumbre, que comparte con otros muchos terroristas, de asomarse de vez en cuando al exterior desde su guarida a explicarnos al resto del mundo los acontecimientos que nos preocupan o afligen así como sus causas. Siempre aprovecha para amenazar masivamente a todos los que no creen o piensan como él. Esta vez nos envía a infieles, apóstatas y enemigos sus amenazas, no en un vídeo como suele hacer, sino en una modesta grabación de voz.

Desde Palestina a Chechenia pasando por Sudán y Paquistán, el terrorista recorre todos los puntos de conflicto que considera de su competencia e interés para concluir sin variación alguna respecto a sus anteriores misivas que los "cruzados" y "sionistas" no viven sino para humillar al Islam y hacer sufrir lo máximo posible a todo creyente en Alá.

Toda esta vulgar letanía no tiene novedad, pero como tantas veces sí logra generar irritación. Esta vez es por su miserable alusión al drama de Darfur en el Sudán donde sus correligionarios y otros son responsables de un inmenso drama humano que parece no tener fin y que intenta paliar la Comunidad Internacional.

Desde esa atalaya en la televisión qatarí Al Yazira, el gran pirómano que gasta su fortuna y la de millonarios cómplices, compatriotas o no, en extender la miseria, pide "larga guerra" en Darfur, dónde gentes de todas las creencias luchan con desesperación por salvar vidas.Terrible resulta saber que hay quienes atendien a semejante obscenidad.