Tribuna:COYUNTURA INTERNACIONAL

Delicado equilibrio

El repunte de los tipos de interés a largo plazo ya está acompañando a las subidas de los tipos de intervención de los bancos centrales de EE UU y la UME, señalando un posible final al denominado conundrum que tantos ríos de tinta ha hecho correr en el último año y medio. Por el comportamiento de las expectativas de inflación a medio y largo plazo, que permanecen bajo control, todo parece indicar que este movimiento se produce gracias a la revisión al alza de las perspectivas de crecimiento, especialmente en Japón y la UME.

Es de esperar que los tipos de interés sigan subiendo a ...

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El repunte de los tipos de interés a largo plazo ya está acompañando a las subidas de los tipos de intervención de los bancos centrales de EE UU y la UME, señalando un posible final al denominado conundrum que tantos ríos de tinta ha hecho correr en el último año y medio. Por el comportamiento de las expectativas de inflación a medio y largo plazo, que permanecen bajo control, todo parece indicar que este movimiento se produce gracias a la revisión al alza de las perspectivas de crecimiento, especialmente en Japón y la UME.

Es de esperar que los tipos de interés sigan subiendo a corto plazo, normalizándose así las muy laxas condiciones monetarias vigentes en los últimos años. Con ello, sería lógico que ciertas estrategias de inversión de elevado perfil de riesgo y beneficio decreciente ante subidas de los tipos de interés libres de riesgo perdieran su reciente lustre (como la evolución de las divisas islandesa y húngara son un buen ejemplo).

Es de esperar que los tipos de interés sigan subiendo a corto plazo, normalizándose así las muy laxas condiciones monetarias vigentes

Sin embargo, no es previsible en adelante, salvo sorpresa al alza en la evolución de la inflación, un agresivo repunte adicional en los tipos de interés. De producirse, se correría el riesgo de desestabilizar el delicado equilibrio de fuerzas que permite hasta hoy la convivencia de elevadas tasas de crecimiento económico con desequilibrios globales de enorme calado.

Uno de estos desequilibrios o excesos se encuentra en el elevado endeudamiento de los consumidores (el más claro ejemplo, Estados Unidos, aunque el caso español no dista mucho). Un brusco endurecimiento de las condiciones financieras podría derivar en un deterioro de sus balances, todavía holgados por la revalorización acumulada recientemente por activos financieros y, sobre todo, reales. Aunque no repercutiera en su solvencia, sí tendría consecuencias notables sobre su liquidez y, por ende, en la distribución de su renta corriente entre consumo y ahorro.

El ejemplo reciente del Reino Unido, donde la subida de tipos de interés y la ralentización del alza de los precios inmobiliarios han derivado en un frenazo en seco en el consumo (sin aumento significativo de la morosidad hipotecaria), debe servir de vara de medir para futuras actuaciones de los bancos centrales actualmente embarcados en procesos de restricción monetaria.

José Manuel Amor y Luis Ruiz son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Grupo Analistas).

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