Las lecciones aprendidas de la misión a Marte

Venus Express comparte apellido con Mars Express, otra misión planetaria de la ESA, ésta al planeta rojo, donde está funcionando con total éxito desde finales de 2003. Ambas naves comparten muchas características técnicas e incluso equipos científicos, cuyos desarrollos se han adaptado de una a otra reduciendo considerablemente los costes. La misión a Venus también ha heredado equipos de la nave europea Rosetta, que actualmente va de camino hacia un cometa.

Frente a los diez o más años que suelen dedicarse al diseño y construcción de las misiones espaciales, ...

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Venus Express comparte apellido con Mars Express, otra misión planetaria de la ESA, ésta al planeta rojo, donde está funcionando con total éxito desde finales de 2003. Ambas naves comparten muchas características técnicas e incluso equipos científicos, cuyos desarrollos se han adaptado de una a otra reduciendo considerablemente los costes. La misión a Venus también ha heredado equipos de la nave europea Rosetta, que actualmente va de camino hacia un cometa.

Frente a los diez o más años que suelen dedicarse al diseño y construcción de las misiones espaciales, Venus Express es la nave de la ESA que más rápido se ha preparado: se aprobó en 2001, comenzó su construcción en 2002 y tres años después salía al espacio, en noviembre de 2005. Su coste asciende a 220 millones de euros.

De los siete instrumentos científicos que lleva, cuatro son prácticamente iguales a algunos equipos de Mars Express o desarrollados a partir de ellos. Son el analizador de plasma y átomos energéticos Aspera, el espectrómetro PFS para medir temperaturas con gran resolución, el espectrómetro ultravioleta e infrarrojo SpicaV/Soirque para analizar la composición de la atmósfera y la cámara de gran angular VMC, que es un desarrollo nuevo pero utilizando partes de la cámara de Mars Express.

De Rosetta, la nave ha heredado (íntegramente o algún componente) tres instrumentos: el espectrómetro Virtis, que estudiará la composición de la baja atmósfera y el desplazamientos de las nubes; el magnetómetro Mag, que estudiará el campo magnético alrededor de Venus, y el radioexperimento Vera, que analizará la ionosfera del planeta.

Con todos estos equipos, casi todos diseñados para tomar complementarios entre si, la misión europea en el lucero del alba medirá temperaturas de la atmósfera en todo el perfil de altura, la composición química, el clima, la meteorología y la dinámica atmosférica global, la interacción del viento solar con la atmósfera venusiana, el escape atmosférico al espacio, propiedades de la superficie del planeta como el relieve y las temperaturas, la actividad volcánica y la actividad sísmica.

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