Una 'ikastola' que cerró el lunes cree que el consistorio le "castiga"
La dirección de la ikastola Elatzeta de Irún, que cerró el pasado lunes sus aulas de alumnos de dos años por falta de higiene, arremetió ayer contra el Ayuntamiento por no responder a sus peticiones. "Nos está castigando" por haber suspendido las clases de estos 46 escolares, dijo su director, Josetxo Arrieta. "Hoy todavía, seis después de conocer nuestra decisión, no ha dado señales de vida".
El centro solicitó al consistorio una desinfección general de las instalaciones -se realizó el sábado- y que se incluyera la limpieza diaria de baños y semanal de aulas dentro de los servic...
La dirección de la ikastola Elatzeta de Irún, que cerró el pasado lunes sus aulas de alumnos de dos años por falta de higiene, arremetió ayer contra el Ayuntamiento por no responder a sus peticiones. "Nos está castigando" por haber suspendido las clases de estos 46 escolares, dijo su director, Josetxo Arrieta. "Hoy todavía, seis después de conocer nuestra decisión, no ha dado señales de vida".
El centro solicitó al consistorio una desinfección general de las instalaciones -se realizó el sábado- y que se incluyera la limpieza diaria de baños y semanal de aulas dentro de los servicios mínimos. Era una condición para reabrirlas. "Estamos hablando de un colectivo de riesgo", señaló Arrieta. "No hay que olvidar que nueve escolares estuvieron hospitalizados en el Hospital Comarcal y en el Donostia, dos de ellos con cuadros muy graves. No decimos que tuviera una relación causa-efecto, pero el hecho es que se nos aconsejó el cierre de las aulas".
El Ayuntamiento no ha respondido por el momento a esta petición, así que los responsables del centro están buscando fórmulas para volver a escolarizar a los pequeños. En la escuela trabajan cuatro limpiadoras, tres de ellas contratadas por las empresas y una cuarta, funcionaria, que ha estado de baja durante los dos meses que dura ya la huelga. Ahora que se ha reincorporado, el centro ha hablado con ella para que se ocupe de la higiene de unas instalaciones de la escuela -distintas a sus aulas habituales- para ubicar allí a los niños de dos años.
La dirección del centro se reúne esta tarde con los padres de familia. Si dan su visto bueno a esa solución, los niños volverían a clase mañana mismo.