Las cuotas de ERC

Cuando accedieron al poder en el tripartito dijeron que gobernarían con transparencia y manos limpias. Pero en las obras del túnel para metro en el Carmel continuaban funcionando las comisiones del 3% sin que hubieran hecho nada para evitarlo. Luego han colocado a hermanos en altos cargos, y han encargado estudios bien remunerados pero sin apenas interés a familiares y amigos. Y nos acabamos de enterar de que los empleados de confianza, para mantenerse en el cargo, han de pagar la correspondiente cuota al partido. Como catalán sentía cierta simpatía por ERC, pero que no cuenten con mi voto en ...

Cuando accedieron al poder en el tripartito dijeron que gobernarían con transparencia y manos limpias. Pero en las obras del túnel para metro en el Carmel continuaban funcionando las comisiones del 3% sin que hubieran hecho nada para evitarlo. Luego han colocado a hermanos en altos cargos, y han encargado estudios bien remunerados pero sin apenas interés a familiares y amigos. Y nos acabamos de enterar de que los empleados de confianza, para mantenerse en el cargo, han de pagar la correspondiente cuota al partido. Como catalán sentía cierta simpatía por ERC, pero que no cuenten con mi voto en futuras elecciones.- Josep Pauner Sala. El Prat de Llobregat, Barcelona.

Frente a las actuales tendencias de modernización de la gestión pública, ERC propone con su Carta Financiera el establecimiento de un sistema semejante a las cesantías, habitual en la Administración de nuestro país durante el siglo XIX, y consistente en la atribución de sus puestos de trabajo a personas de confianza de los responsables políticos. Sistema que favorecía notablemente la satisfacción de intereses particulares frente a los intereses generales que, felizmente y por imperativo constitucional (artículo 103.1), debe orientar hoy día la acción pública.

El problema no es exclusivo de ERC ni se limita a la polémica actual. El problema de la interferencia de los partidos políticos en la gestión pública es mencionado en el Libro Blanco sobre el Estatuto Básico del Empleado Público, del año 2005, en el que se incide en la necesidad de la "aparición de un ámbito diferenciado para la gerencia o dirección pública profesional en las Administraciones públicas", seleccionado de modo efectivo con arreglo a criterios de competencia profesional y experiencia y no exclusivamente por afinidad política.

En cualquier caso, ERC se adhiere así a algunas de las peores manifestaciones de la tradición hispánica en los asuntos públicos. Será que al final siempre se acaban teniendo cosas en común.