Entrevista:AGUSTÍN UNZURRUNZAGA | Portavoz de SOS Racismo en Guipúzcoa

"Una subida de la inmigración no tendría por qué causar tensiones"

Una treintena de organizaciones no gubernamentales y sindicatos respaldarán hoy en San Sebastián la IX Marcha contra el Racismo y la Xenofobia, que partirá a las 11.30 de Trintxerpe y concluirá en el Boulevard. Los organizadores quieren denunciar este año el racismo social, "esa tendencia a responsabilizar de ciertos problemas a todo el colectivo de personas de un origen nacional diferente", destaca el portavoz de SOS Racismo en Guipúzcoa, Agustín Unzurrunzaga (Bergara, 1947).

Pregunta. ¿Somos racistas los vascos?

Respuesta. Puede haber gente con comportamientos e i...

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Una treintena de organizaciones no gubernamentales y sindicatos respaldarán hoy en San Sebastián la IX Marcha contra el Racismo y la Xenofobia, que partirá a las 11.30 de Trintxerpe y concluirá en el Boulevard. Los organizadores quieren denunciar este año el racismo social, "esa tendencia a responsabilizar de ciertos problemas a todo el colectivo de personas de un origen nacional diferente", destaca el portavoz de SOS Racismo en Guipúzcoa, Agustín Unzurrunzaga (Bergara, 1947).

Pregunta. ¿Somos racistas los vascos?

Respuesta. Puede haber gente con comportamientos e ideas racistas, pero ni más ni menos que en el resto de España o de Europa.

P. ¿En qué se traduce el racismo social que denuncian?

"Percibimos una tendencia a 'etnificar' ciertos conflictos sociales relacionados con el trabajo, la convivencia en las comunidades, la seguridad..."
"La actual normativa es la causa fundamental de la situación de irregularidad de muchos inmigrantes y de la cronificación de esa irregularidad"
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R. Percibimos una tendencia a etnificar ciertos conflictos sociales relacionados con el trabajo, la convivencia en las comunidades de vecinos, la seguridad... Es decir, existe una tendencia a generalizar. Si un inmigrante comete un delito, parece que todas las personas de su mismo origen nacional se convierten en sujetos problemáticos o sospechosos. Y no tiene por qué. No utilizamos el mismo mecanismo con los autóctonos. Si alguien de un determinado pueblo comete un delito, no tendemos a pensar que toda la gente de ese pueblo es igual. ¿Por qué no individualizamos el problema o analizamos si existen causas sociales que puedan explicarlo?

P. Euskadi es una de las comunidades autónomas con menos porcentaje de inmigrantes, en torno al 3,5 de la población. ¿Por qué?

R. Por el tipo de trabajo que ofrece, en los sectores de servicios e industria. A los inmigrantes no les resulta fácil entrar de primeras a trabajar en la industria, porque para ello necesitan cierta estabilidad administrativa. Otro aspecto que no se puede olvidar es que ciudades como San Sebastián son tremendamente caras.

P. ¿Un aumento de ese porcentaje de inmigrantes podría conllevar un aumento de las actitudes racistas?

R. Teniendo en cuenta que las tasas de crecimiento se están dando en periodos relativamente largos, si se aplican políticas de integración social adecuadas desde el Gobierno vasco y los ayuntamientos, un incremento de la inmigración no tendría por qué causarnos unas tensiones especiales. Evidentemente, también es importante lo que haga el Gobierno central, que es el que tiene la competencia de extranjería. No tiene por qué haber tensiones si los inmigrantes pueden obtener unos ingresos normales a través del trabajo, si pueden acceder a un mínimo de estabilidad en el terreno de la vivienda, si pueden abordar adecuadamente la reagrupación familiar, la escolarización de sus hijos...

P. SOS Racismo es muy crítica con la política de extranjería e inmigración del Gobierno español, pero ¿cree que es necesario algún tipo de control para limitar la entrada de inmigrantes?

R. Si pudiéramos partir de cero, apostaríamos por la libertad de desplazamiento de las personas y por el principio de igualdad. Esa política, claro está, tendría que aplicarse en un espacio más grande que España. No sé qué resultados tendría, porque nunca se ha practicado. Lo que sí tenemos claro es que la experiencia de los últimos 20 años ha provocado muchos problemas y sufrimiento. En cualquier caso, no partimos de cero, sino de la política existente.

P. Por tanto, ¿por qué medidas apuesta?

R. Tiene que modificarse sensiblemente la totalidad del marco normativo, porque es el causante fundamental de la situación de irregularidad de muchos inmigrantes y de la cronificación de esa irregularidad. Los sistemas de cupo han sido un fracaso. En vistas de cómo se produce la entrada de inmigrantes, hay que flexibilizar las condiciones para obtener el permiso de residencia y trabajo, sobre todo el inicial, a partir del trabajo efectivo realizado. Por ejemplo, la figura del arraigo laboral, lejos de controlar la economía sumergida y la oferta de trabajo irregular, está reconociendo que el inmigrante va a trabajar en situación irregular durante tres años.

P. Tras el último proceso de regularización, ¿le consta que hay trabajadores inmigrantes que tienen problemas con sus empleadores porque éstos no cumplen con sus obligaciones?

R. Se están dando casos en los que los empleadores imponen unas condiciones que van más allá de toda legislación laboral. Entre otras cosas, exigen a los trabajadores que abonen la mitad o incluso toda la cotización empresarial a la Seguridad Social si quieren conservar su puesto de trabajo. Los inmigrantes tragan en muchos casos para conservar su tarjeta.

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