Urbanismo exige la protección de la zona húmeda del río Algar en Altea
La Comisión Informativa Territorial de Urbanismo supedita la aprobación de una urbanización en la desembocadura del río Algar, en el término de Altea, a la elaboración por parte del Ayuntamiento de un Plan Especial de Protección de la zona húmeda catalogada del entorno. Además, Urbanismo también establece como condición previa el certificado de la Confederación Hidrográfica del Júcar de la concesión o autorización de los recursos hídricos necesarios para el abastecimiento de la población.
La urbanización, que impulsa el constructor Andrés Ballester, prevé la construcción de 5.000 nuevas...
La Comisión Informativa Territorial de Urbanismo supedita la aprobación de una urbanización en la desembocadura del río Algar, en el término de Altea, a la elaboración por parte del Ayuntamiento de un Plan Especial de Protección de la zona húmeda catalogada del entorno. Además, Urbanismo también establece como condición previa el certificado de la Confederación Hidrográfica del Júcar de la concesión o autorización de los recursos hídricos necesarios para el abastecimiento de la población.
La urbanización, que impulsa el constructor Andrés Ballester, prevé la construcción de 5.000 nuevas viviendas y un campo de golf sobre una superficie de 2,5 millones de metros cuadrados.
En cuanto a la protección del humedal, el acuerdo de la Comisión Informativa de Urbanismo recoge que hasta que el Ayuntamiento no apruebe el mencionado plan especial, todas las actuaciones que incluye la iniciativa urbanística ubicadas a menos de 50 metros desde el margen de terreno clasificado como zona húmeda deberán quedar en suspenso.
Por lo que se refiere a los recursos hídricos, la Comisión Informativa de Urbanismo considera insuficiente el acuerdo del pleno del Ayuntamiento de Altea, del 11 de mayo de 2004, en que se estimaba suficientes los recursos de agua potable, aparte de considerar necesaria la ejecución de un depósito de 10.000 metros cúbicos para asegura el abastecimiento. Urbanismo insiste en la necesidad de acreditar un certificado del organismo de cuenca o entidad colaboradora justificativo de los recursos hídricos tanto para el consumo humano como para el riego del campo de golf.