Los antidepresivos también pueden afectar al feto

Las embarazadas que toman fluoxetina (Prozac, en su denominación comercial) u otros antidepresivos de la misma familia (los llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina o ISRS) durante la segunda mitad del embarazado pueden estar dañando la salud del feto. Aunque el riesgo absoluto no es muy elevado, sí aumentan significativamente las probabilidades de dar a luz a un niño que desarrolle una hipertensión pulmonar persistente, según un estudio publicado en la última edición de The New England Journal of Medicine (NEJM).

La hipertensión pulmonar persistente, según...

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Las embarazadas que toman fluoxetina (Prozac, en su denominación comercial) u otros antidepresivos de la misma familia (los llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina o ISRS) durante la segunda mitad del embarazado pueden estar dañando la salud del feto. Aunque el riesgo absoluto no es muy elevado, sí aumentan significativamente las probabilidades de dar a luz a un niño que desarrolle una hipertensión pulmonar persistente, según un estudio publicado en la última edición de The New England Journal of Medicine (NEJM).

La hipertensión pulmonar persistente, según los autores del trabajo, es una afección grave que generalmente implica una insuficiencia respiratoria aguda en niños recién nacidos y requiere un tratamiento inmediato. Esta afección se da aproximadamente en uno o dos de cada 1.000 bebés.

"Calculamos que entre 6 y 12 de cada 1.000 mujeres que toman un ISRS después de 20 semanas de gestación tienen posibilidades de dar a luz a un niño con hipertensión pulmonar persistente", afirma Christina Chambers, del Departamento de Pediatría y Medicina Familiar y Preventiva de la Universidad de California en San Diego (EE UU). "Dicho en términos prácticos, el riesgo es relativamente bajo: en torno al 99% de las mujeres expuestas a una de estas medicaciones durante la segunda mitad del embarazo alumbrarán a un niño no afectado por esta enfermedad pulmonar".

El estudio ha descubierto que el riesgo se refiere sólo al consumo de ISRS, pero que la exposición a antidepresivos de otro tipo no entraña un riesgo para el feto de sufrir esta enfermedad pulmonar. Además, ha constatado que las mujeres que interrumpieron el tratamiento con ISRS en la primera mitad del embarazo no presentaron mayor riesgo de dar a luz a un niño con la enfermedad.

Aunque los investigadores observaron un mayor riesgo de hipertensión pulmonar en niños cuyas madres habían tomado ISRS en las últimas fases del embarazo, el equipo del estudio señala que las madres quizá necesiten proseguir con este tratamiento durante la gestación.

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