Reportaje:

Colas para ver los 'papeles'

Más de mil personas acudieron ayer a la exposición del Palau Moja sobre el retorno de los documentos confiscados

Cuando todavía faltaba media hora para que el Palau Moja abriera sus puertas, cerca de 80 personas ya hacían cola en la calle de la Portaferrissa para ver la exposición El retorno de los documentos confiscados en Cataluña, que hasta el 12 de marzo podrá visitarse en Barcelona. La exposición, que ayer abría sus puertas al público, podrá verse después en Girona, Tarragona, Lleida, Manresa y Tortosa. También está previsto que una versión más reducida recorra otras poblaciones catalanas.

Entre las once de la mañana y las tres de la tarde, 1.034 personas pasaron por el Palau Moja de B...

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Cuando todavía faltaba media hora para que el Palau Moja abriera sus puertas, cerca de 80 personas ya hacían cola en la calle de la Portaferrissa para ver la exposición El retorno de los documentos confiscados en Cataluña, que hasta el 12 de marzo podrá visitarse en Barcelona. La exposición, que ayer abría sus puertas al público, podrá verse después en Girona, Tarragona, Lleida, Manresa y Tortosa. También está previsto que una versión más reducida recorra otras poblaciones catalanas.

Entre las once de la mañana y las tres de la tarde, 1.034 personas pasaron por el Palau Moja de Barcelona, que registró colas de más de 45 minutos de duración a lo largo de la mañana, ya que la sala tiene limitado su aforo a 60 visitantes. Los primeros en llegar fueron Josep y Montserrat, un matrimonio barcelonés que, ante las preguntas de la prensa, se convirtió por unos momentos en involuntario protagonista de la jornada. Ambos consiguieron resumir el sentimiento que expresaban muchos de los que les sucedían en la fila: "Tenemos la oportunidad de venir a ver esta exposición, pero somos conscientes de que muchos hubieran querido vivir este momento y no han llegado a tiempo porque, lamentablemente, han muerto. Mis abuelos, por ejemplo, tuvieron que exiliarse tras la Guerra Civil. Por eso creo que dar la bienvenida a la exposición es un homenaje a nosotros mismos como pueblo", explica Montserrat.

A partir de entonces, varias personas se decidieron a compartir las vivencias de sus antepasados. Entre los primeros visitantes se echaba de menos a la gente joven. Algunos los echaban en falta y hacían suya la frase de Winston Churchill que figura en uno de los paneles que abren la exposición: "Los países que olvidan su historia están condenados a repetirla". "Nosotros que somos nietos de la generación que vivió la guerra tenemos que animar a los jóvenes a que vengan a conocer su pasado, ya que eso puede solucionar problemas en el futuro", comentó una de las visitantes.

La exposición incluye 119 documentos, de los que 82 son originales y 37 son copias.La exposición comienza explicando que a medida que el ejército de Franco ocupaba las principales plazas republicanas, se iban confiscando documentos a diversas entidades y particulares. El objetivo era recopilar información acerca de quienes no eran afines al régimen para preparar la depuración. Seguidamente, se muestran mapas de Barcelona que sitúan los registros realizados en sedes de partidos políticos, sindicatos y viviendas de particulares.

Entre los documentos se encuentran diversas cartas del presidente Companys y un ejemplar del Estatuto de 1932. La exposición se completa con un repaso al proceso reivindicativo que concluyó el pasado martes con la devolución de los documentos de la Generalitat.

Josep Altaió, del secretariado de la Comisión por la Dignidad, recordó que aún queda trabajo por hacer: "Todavía faltan documentos de los sindicatos, de ayuntamientos y de particulares. No descansaremos mientras en el archivo de Salamanca quede un documento expoliado por restituir".

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Entre esos documentos pueden estar las dos cartas que Manuel Carrasco i Formiguera, fundador de Unió Democràtica de Catalunya, escribió el 4 de abril de 1938, cinco días antes de ser fusilado en Burgos. Su hija Rosa Maria, que por aquel entonces tenía un año de edad, explico durante la inauguración popular del pasado sábado que una de ellas estaba dirigida a Companys y la otra a su madre. Por lo menos, esta última no llegó nunca a su destino. Era su despedida, ya que desde agosto de 1937 sabía que iba a morir. Rosa Maria, que considera el retorno de los papeles "un acto de justicia", espera encontrar ahora la carta destinada al presidente de la Generalitat, porque eso le permitiría tener esperanzas de encontrar los últimos pensamientos que su padre les envió.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer en Barcelona que la devolución de los denominados papeles de Salamanca es consecuencia de una "convicción democrática" y se mostró persuadido de que los ciudadanos de Cataluña retendrán en su memoria que la vuelta de los papeles se produjo cuando al frente del Gobierno central había un presidente nacido en Castilla y León, informa Miquel Noguer. Zapatero añadió que no es fácil adoptar una decisión de este tipo. "Lo fácil es envolverse en la bandera, me da igual cuál sea, para olvidarse de los ciudadanos y usar sentimientos para enfrentar territorios", dijo refiriéndose al Partido Popular.

La exposición cierra hoy, pero volverá a abrir sus puertas mañana en horario de 11.00 a 20.00 horas. La entrada es gratuita.

Decenas de personas esperan su turno para visitar la exposición del Palau Moja.EFE

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