Del banco a Hacienda
En Barcelona hay una agencia tributaria para impuestos municipales con oficinas del Gobierno central y el autónomo
Impuestos municipales, regionales y estatales. Y una multiplicidad de ventanillas donde abonar los tributos que van desde las habilitadas por las tres administraciones a la posibilidad de pagar los impuestos por teléfono, por Internet o, más habitualmente, en las oficinas bancarias. En pleno debate político sobre el modelo de agencia tributaria, en la práctica los ciudadanos tienen ante sí una gran variedad de opciones para pagar sus impuestos.
En países federales como Alemania, los grandes municipios tienen sus propias agencias tributarias. Hay hasta 650 en el país germano. En España e...
Impuestos municipales, regionales y estatales. Y una multiplicidad de ventanillas donde abonar los tributos que van desde las habilitadas por las tres administraciones a la posibilidad de pagar los impuestos por teléfono, por Internet o, más habitualmente, en las oficinas bancarias. En pleno debate político sobre el modelo de agencia tributaria, en la práctica los ciudadanos tienen ante sí una gran variedad de opciones para pagar sus impuestos.
En países federales como Alemania, los grandes municipios tienen sus propias agencias tributarias. Hay hasta 650 en el país germano. En España empieza a ocurrir lo mismo: Barcelona y Madrid disponen ya de organismos que se encargan de la gestión y recaudación de los impuestos municipales, y otras grandes ciudades podrían optar por la misma vía en un futuro próximo.
Barcelona puso en marcha hace 10 años el Instituto Municipal de Hacienda, un organismo creado con el objetivo de "agilizar al máximo" la gestión y la recaudación de impuestos municipales, tasas y multas, explica la concejal de Hacienda del consistorio barcelonés, Montserrat Ballarín. Madrid ha optado por el mismo modelo: en 2004 creó la Agencia Tributaria de Madrid, con un funcionamiento similar y acuerdos de colaboración con el resto de administraciones.
En las oficinas centrales del Instituto Municipal de Hacienda -en las Torres Mapfre-, los barceloneses pueden realizar cualquier gestión tributaria, pero también en las oficinas de atención al ciudadano en cada distrito. Y tanto Madrid como Barcelona permiten el pago de impuestos por teléfono e Internet -a través de tarjeta- y han optado para los principales tributos (impuesto sobre bienes inmuebles y de actividades económicas) por incentivar la domiciliación bancaria "para hacer más ágil la gestión", asegura Ballarín, con ventajas como los pagos trimestrales o incluso bonificaciones, en el caso madrileño. Barcelona ha firmado también convenios con la Generalitat con el objetivo de ejecutar embargos por el impago de multas fuera de la ciudad.
En ciudades más pequeñas, la gestión y recaudación se hace a través de la Diputación de Barcelona o de la propia Agencia Estatal de Administración Tributaria, a través de convenios. Los municipios pagan una cuota a Hacienda por la gestión y recaudación de impuestos. La Diputación recauda los tributos de 290 municipios barceloneses, en oficinas y a través de Internet.
El modelo es similar en todas las administraciones. La Generalitat permite abonar los principales tributos (transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, sucesiones y donaciones, impuesto sobre el juego y otros) en la Delegación de Tributos de la calle de Fontanella de Barcelona y las tasas se abonan en las oficinas de los distintos departamentos, aunque todos los impuestos se pueden pagar en cualquier banco o caja de ahorros.
A la espera de la redacción final del Estatuto en lo relativo a las agencias tributarias, también Hacienda tiene varias oficinas propias en Barcelona (véase cuadro), pese a que la mayor parte de los pagos se hace a través de la sucursal bancaria.