El presidente de Seat advierte de que el pacto no resuelve todo el exceso de plantilla

Los sindicatos y la Generalitat celebran el acuerdo, que supone reducir a 660 los despidos

Los sindicatos y la Generalitat celebraron ayer el acuerdo de Seat porque, a pesar de que contempla el despido de 660 trabajadores, reduce las extinciones forzosas a la mitad y establece las bases para garantizar el futuro de la empresa y la marca. El presidente de Seat, Andreas Schleef, también se congratuló por ello, pero advirtió, en un comunicado, que "lamentablemente no absorbe todo el excedente de personal". Sin embargo, el plan industrial de la empresa, sobre el que se sustenta el pacto, prevé que la plantilla de Seat crezca en medio millar de personas en 2007.

El acuerdo rebaja ...

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Los sindicatos y la Generalitat celebraron ayer el acuerdo de Seat porque, a pesar de que contempla el despido de 660 trabajadores, reduce las extinciones forzosas a la mitad y establece las bases para garantizar el futuro de la empresa y la marca. El presidente de Seat, Andreas Schleef, también se congratuló por ello, pero advirtió, en un comunicado, que "lamentablemente no absorbe todo el excedente de personal". Sin embargo, el plan industrial de la empresa, sobre el que se sustenta el pacto, prevé que la plantilla de Seat crezca en medio millar de personas en 2007.

El acuerdo rebaja los despidos de los 1.346 previstos inicialmente, a 660. Para éstos se prevén dos posibilidades: indemnización de 20 días por año trabajado con reingreso entre 18 y 24 meses. O bien 45 días netos para quienes renuncien a reincorporarse a la empresa. 390 personas seguirán en Seat gracias a la mayor flexibilidad que da la ampliación de la bolsa de horas - acompasa la carga de trabajo a la demanda-, en cinco días, hasta los 30. Los 296 trabajadores restantes se acogen a una retahíla de medidas voluntarias para dejar la firma (veáse cuadro).

Tras el acuerdo, las necesidades de plantilla de Seat siguen siendo un misterio. Las previsiones de la filial de Volkswagen (VW) para los próximos ejercicios contemplan un incremento de plantilla de casi 500 trabajadores en dos años, según el plan industrial. Pero escasos minutos después de sellarse el pacto, Seat emitía un comunicado en el que su presidente, pese a congratularse por un acuerdo "necesario para garantizar el futuro de la compañía", lamentaba que "no absorbe todo el excedente de personal".

¿Cuál es el alcance real del pacto? En los oídos de los dirigentes sindicales aún retumban las declaraciones de Schleef tras la firma del convenio colectivo. Fue a mediados de mayo: "El nuevo convenio colectivo garantiza la paz social en la empresa para los próximos cinco años", dijo. El acuerdo sólo garantiza la paz social en 2006.

A finales de agosto, cuando estalló la crisis, Schleef propuso una solución para resolverla: rebajar un 10% el sueldo y la jornada para evitar 800 despidos, que a mediados de octubre se elevaron a 1.400. El 4 de noviembre, Seat presentaba un ERE para 1.346 trabajadores.

Los sindicatos querían esta vez garantías de que no se van a encontrar con más despidos encima de la mesa. Sólo las han conseguido para un año. El acuerdo establece que si las medidas de flexibilidad pactadas "no fuesen suficientes, la empresa se abstendrá de tramitar expedientes de regulación de empleo en 2006". Transcurrido ese periodo, la empresa volverá a estar al albur del mercado; esto es, de la evolución de las ventas.

El equipo comercial de Seat tendrá que emplearse a fondo para que las ventas de automóviles en Europa (donde vende el 85% de los coches) acumulan una caída del 5,3% en lo que va de año, se enderecen. Éste es el reto que lanza el secretario general del metal de CC OO de Cataluña, Vicenç Rocosa.

El pacto alcanzado por la dirección, UGT y CC OO, da las herramientas para que la empresa vuelva a la senda de la competitividad, a juicio de las centrales y el Gobierno catalán.

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, calificó el acuerdo de "muy positivo" y su consejero de Trabajo e Industria, Josep María Rañé, aseguró que la permanencia de Seat en Cataluña está "garantizada".

El elemento fundamental del acuerdo es, a juicio de Rañé, el "equilibrio" entre el plan social, que costará a la empresa unos 50 millones de euros, calculan los sindicatos, y el plan industrial, que compromete unas inversiones de 3.000 millones de euros hasta 2010. "Sin este esfuerzo inversor, los 660 no tendrían lectura positiva alguna", remachó el consejero.

Unidad sindical

El secretario general de la UGT catalana, Josep Maria Àlvarez, destacó el compromiso de VW con su filial española y subrayó la importancia de que el acuerdo haya sido abrazado por los dos sindicatos mayoritarios (UGT tiene seis delegados y CC OO suma cinco). Sin embargo, mirando a más largo plazo, desempolvó su vieja reivindicación de que La Caixa entre en el capital de Volkswagen, cuyo segundo mayor accionista detrás de Porsche es el land de Baja Sajonia, con el 18,2%, informa Ariadna Trillas.

En este sentido, el jefe del metal de UGT, Manuel Gallardo, destacó el papel "determinante" que ha jugado el poderoso sindicato alemán IG Metall, que se sienta en el consejo de vigilancia de VW, en la apuesta del consorcio por Seat.

Por su parte, la minoritaria CGT, que en la recta final del proceso negociador se descolgó del acuerdo, tildó ayer los despidos de "limpieza disciplinaria" y cargó contra contra las otras dos centrales por su "supeditación" a las "imposiciones" de VW.

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