Barcelona convertirá la Fabra y Coats en un polo de equipamientos

Las naves de la antigua fábrica textil Hilaturas de Fabra y Coats, en las que trabajaron cientos de personas durante décadas, se convertirán en un complejo de equipamientos públicos en el distrito de Sant Andreu que incluirá viviendas de alquiler: para jóvenes y tercera edad. El Ayuntamiento de Barcelona ha adquirido los 31.000 metros cuadrados de la fábrica a Renta Corporación tras firmar un convenio que supone la cesión de edificabilidad cerca de Diagonal Mar.

La fábrica Fabra y Coats albergará un parque de 22.000 metros cuadrados, equipamientos y vivienda social, de acuerdo con el pl...

Las naves de la antigua fábrica textil Hilaturas de Fabra y Coats, en las que trabajaron cientos de personas durante décadas, se convertirán en un complejo de equipamientos públicos en el distrito de Sant Andreu que incluirá viviendas de alquiler: para jóvenes y tercera edad. El Ayuntamiento de Barcelona ha adquirido los 31.000 metros cuadrados de la fábrica a Renta Corporación tras firmar un convenio que supone la cesión de edificabilidad cerca de Diagonal Mar.

La fábrica Fabra y Coats albergará un parque de 22.000 metros cuadrados, equipamientos y vivienda social, de acuerdo con el plan que presentó ayer el alcalde de Barcelona, Joan Clos. El Ayuntamiento ha adquirido los terrenos a Renta Corporación en una operación valorada en casi 50 millones de euros, la mayor parte de los cuales no se liquidará, sino que se permutará por terrenos edificables en las inmediaciones de Diagonal Mar.

Los planes del consistorio, que el alcalde explicó en conferencia de prensa, son preservar y restaurar las edificaciones y abrir los 31.000 metros cuadrados del recinto reservando 22.000 para espacios verdes y los otros 9.000 para viviendas sociales y equipamientos. A falta de concreción, Clos adelantó entre las posibilidades, la construcción de residencias de ancianos y pisos de alquiler para jóvenes.

El acuerdo con la promotora inmobiliaria Renta Corporación establece la adquisición de 31.000 metros cuadrados de suelo y 28.000 metros cuadrados de techo en edificios protegidos en tres fases que se iniciarán de manera inmediata y finalizarán en 2007. La compra del antiguo complejo industrial, ubicado entre las calles Gran de Sant Andreu, Sant Adrià, Segre, Parellada y Ramon Batlle, se realiza en gran parte a través de la permuta de terrenos. Se trata de una zona próxima al casco antiguo de Sant Andreu, muy cerca de la plaza de Orfila.

Para la primera fase, que supone la adquisición de los 18.000 metros cuadrados, el consistorio pagará a la promotora con la cesión de un solar de 7.800 metros cuadrados en la confluencia de la calle de Provençals y la avenida Diagonal, cerca de Diagonal Mar. En la segunda, el consistorio entregará otro solar de unos 8.000 metros cuadrados "todavía por determinar", y la tercera fase será liquidada con el pago de 17 millones de euros. A cambio, la promotora asume los siete millones de coste de recuperación y adecuación de las naves. "La operación resulta en ambos sentidos por unos 50 millones de euros. Aquí ninguno de los dos gana ni pierde", argumentaba a este diario una portavoz de Renta Corporación. La sociedad adquirió el conjunto de las naves en septiembre pasado y ya había comprado unas edificaciones -algunas de ellas son casas okupadas- situadas en la calle de Segre.

Uno de los planes que se presentaron al Ayuntamiento consistía en levantar tres torres de viviendas de altura en ese espacio, un proyecto que fue descartado por el consistorio. "Se presentaron otros dos proyectos que tampoco fueron aceptados. Por eso, al final se ha cerrado este convenio ya que el Ayuntamiento quería disponer de la totalidad del complejo para destinarlo a equipamientos", puntualizaron fuentes de la empresa.

Convergència i Unió (CiU) criticó la operación cerrada por el consistorio por entender que se había concluido "tarde y mal" y pagando más dinero del que correspondía.