Entrevista:FRANCISCO ALARCÓN | Arqueólogo | Signos

"De los fenicios podemos aprender tolerancia"

Francisco Alarcón (Cádiz, 1962) lleva al frente del yacimiento de Doña Blanca (El Puerto de Santa María) desde 2003. Antes ha investigado en el teatro romano de Itálica (Sevilla), el palacio Bajo Imperial de Cercadilla (Córdoba) o las ruinas de Baelo Claudia de Tarifa (Cádiz). Ahora trabaja en la que es la fuente inagotable para conocer el origen fenicio de Gadir, la ciudad más antigua de Occidente. Acaban de empezar los primeros trabajos arqueológicos que se realizan en este enclave desde que se abrió al público hace tres años. Justo cuando se cumple un cuarto de siglo desde el inicio de las ...

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Francisco Alarcón (Cádiz, 1962) lleva al frente del yacimiento de Doña Blanca (El Puerto de Santa María) desde 2003. Antes ha investigado en el teatro romano de Itálica (Sevilla), el palacio Bajo Imperial de Cercadilla (Córdoba) o las ruinas de Baelo Claudia de Tarifa (Cádiz). Ahora trabaja en la que es la fuente inagotable para conocer el origen fenicio de Gadir, la ciudad más antigua de Occidente. Acaban de empezar los primeros trabajos arqueológicos que se realizan en este enclave desde que se abrió al público hace tres años. Justo cuando se cumple un cuarto de siglo desde el inicio de las excavaciones.

Pregunta. ¿Cuál es el objetivo de los trabajos arqueológicos que acaban de iniciarse en una muralla del yacimiento?

Respuesta. Teníamos dos sectores que se presentaban inconexos al público pero corresponden a la misma unidad constructiva. Forman parte del sistema defensivo, formado por una muralla y un bastión circular. Con esta intervención, se pretende eliminar unos perfiles y cortes en el terreno de unos nueve metros de altura que sufren derrumbes continuos. Aprovecharemos y uniremos esos elementos que se habían presentado aislados para que sean más fácilmente comprensibles al público.

P. Son las primeras excavaciones desde que se abrió al público. ¿Por qué?

R. Es una cuestión de prioridades. El yacimiento tiene unas prioridades que no son la investigación, sino conservarlo y presentarlo al público.

P. Tras la muralla, ¿hay alguna previsión?

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R. Tenemos otros dos proyectos de intervención en zonas ya excavadas, que pretenden consolidar todas las estructuras que están visibles y su musealización para la visita pública. Se pueden visitar ahora pero son difíciles de comprender.

P. ¿A qué zonas afectan?

R. A una viviendas del siglo VIII a. C. y otras del siglo IV a. C. Ya hemos presentado los proyectos y estamos a la espera de que la Consejería dé el visto bueno. Queremos conservar los restos exhumados para evitar su degradación y también darles un discurso más fácil. Ahora mismo es difícil hacerse una idea del barrio. Se trata de regularizar superficies, distinguir zonas de tránsito, hacerlo más visible al público.

P. ¿Qué porcentaje del yacimiento de Doña Blanca ha salido a la luz?

R. Lo que se ha excavado es mínimo en comparación con las posibilidades que tiene el yacimiento. No creo que lleguemos ni al 7%.

P. ¿Qué se puede aprender del modo de vida de los fenicios?

R. De los fenicios podemos aprender tolerancia. Ellos llegaron a unas tierras habitadas y establecieron rápidamente contacto con los indígenas. Fue un contacto pacífico con préstamos culturales, como la escritura, la alfarería o el urbanismo.

P. ¿Lo más valioso de Doña Blanca está por descubrir?

R. En sí, el yacimiento es una joya. Toda la información que aporta es de una importancia tremenda. Lo que ahora conocemos es una mínima parte. Hay muchas dudas por resolver. Sobre las maneras de vivir, sus modos de integración con los indígenas. No son cosas materiales sino procesos ideológicos, culturales, religiosos... Tenemos una investigación complicada.

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