El trazado de la línea eléctrica que Francia rechaza es el de menor impacto ambiental

El trazado más agresivo es el que va de Santa Llogaia a Francia pasando por La Vajol

Un estudio de impacto ambiental realizado por Barcelona Regional (con la colaboración del Departamento de Medio Ambiente) sobre los tres trazados posibles para la línea de muy alta tensión señala que el que comporta menor impacto ambiental es el que iría desde Santa Llogaia a Baixàs por La Jonquera. El inconveniente es que Francia lo rechaza de plano. El paso por Maçanet de Cabrenys tiene un impacto superior al anterior, pero inferior al del trazado por La Vajol. Sobre todo, debido a que no es necesaria la apertura en los bosques de calles de acceso a los soportes.

El análisis del impac...

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Un estudio de impacto ambiental realizado por Barcelona Regional (con la colaboración del Departamento de Medio Ambiente) sobre los tres trazados posibles para la línea de muy alta tensión señala que el que comporta menor impacto ambiental es el que iría desde Santa Llogaia a Baixàs por La Jonquera. El inconveniente es que Francia lo rechaza de plano. El paso por Maçanet de Cabrenys tiene un impacto superior al anterior, pero inferior al del trazado por La Vajol. Sobre todo, debido a que no es necesaria la apertura en los bosques de calles de acceso a los soportes.

El análisis del impacto ambiental efectuado por la agencia municipalista Barcelona Regional es un encargo del Gobierno catalán y sopesa las consecuencias de tres trazados. El primero, que es el que recibe mejor calificación, es el más directo. Va desde Santa Llogaia (hasta donde ya está previsto que llegue la línea desde Vic y Bescanó) a Baixàs y discurre casi paralelo a la futura línea de alta velocidad entre Figueres y Puigcerdà. Este trazado, manifiestamente el mejor desde la perspectiva medioambiental, tiene un inconveniente muy serio. El Gobierno de Francia lo rechaza de plano, conocedor de que el intento de construir la línea por esta zona provocaría una rebelión en el territorio.

El segundo trazado analizado en el informe es el que va desde Santa Llogaia a la subestación de L'Étoile, ya en suelo francés. Entra en el país vecino por Mont Capell y pasa por Darnius, Agullana, Maçanet de Cabrenys y Tapis.

Este trazado tiene la ventaja, dice el estudio, de cruzar un territorio en el que hay vegetación de crecimiento lento, fundamentalmente alcornoques, y permite construir la torres sin necesidad de machacar el terreno para acceder a los puntos en los que haya que situarlas.La tercera posibilidad es una variante de ésta, con una ligera desviación hacia el norte. Pasaría por Borrassà, Vilafant, Avinyonet de Puigventós, Figueres, Llers, Pont de Molins, Biure, Darnius, Agullana, Maçanet de Cabrenys y La Vajol.

Hay una cuarta posibilidad, que es la preferida por Francia, consistente en duplicar la línea que ya existe entre Vic y Coll d'Ares, pero este trazado ha sido, al menos en principio, rechazado por el Gobierno catalán, al que el Ministerio de Industria, responsable último de la obra, ha asegurado que escuchará en sus pretensiones.

El estudio de impacto ambiental analiza 10 variantes. La primera de ellas, la longitud. Aquí se impone con claridad el paso por La Jonquera: 62 kilómetros, frente a los 102 de La Vajol y los 100 de Mont Capell. En estos dos últimos casos, no obstante, hay 45 kilómetros que coinciden con la línea Vic-Baixàs y de ellos 12 ya están desdoblados.

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Terreno más llano

También es menor el impacto ateniéndose a la "complejidad orográfica". El trazado por La Jonquera es, en general, llano y apenas encuentra cotas superiores a 200 metros. Sólo al cruzar los Pirineos alcanza los 400 metros de cota. El de Mont Capell tiene una pendiente acumulada de 2.300 metros, y el de La Vajol, de 3.525, con valles muy pronunciados en el lado francés.

La opción de La Jonquera no cruza ninguna zona protegida, mientras que los otros dos trazados afectan a espacios de interés natural, zonas de protección de aves e incluso un tramo incluido en la Red Natura 2000.

El entorno humano es el punto débil del trayecto por La Jonquera, ya que se trata de una zona altamente poblada y, además, con una notable densidad de infraestructuras: tren, carretera y autopista. Pese a ello, el informe señala que la línea no incrementaría "la fragmentación del territorio" en la medida en que aprovecharía el trazado del AVE. Las otras dos zonas, en cambio, carecen prácticamente de infraestructuras, y la más agresiva sería la opción de La Vajol.

El resultado lleva a los autores del informe a calificar de "moderada" la solución de La Jonquera, de "afectación elevada" el paso por Mont Capell y de "muy elevada" la opción de La Vajol, que es, afirma el estudio, "con toda seguridad la alternativa más complicada" por su "compleja orografía" y sus "valores ecológicos".

El informe señala también que el impacto real de una línea eléctrica es mayor en "el imaginario colectivo" que en la realidad, y que los mayores destrozos se producen en la fase de obras, lo que motiva un fuerte rechazo social. No obstante, señala el estudio, el impacto más grave tras las obras es la servidumbre del suelo, que dificulta el aprovechamiento agrícola y el pastoreo.

Los autores del informe sostienen que el impacto potencial sobre el agua es "poco apreciable". En la atmósfera se produce, sobre todo, en la fase de obras. Las emisiones sonoras se "atenúan rápidamente con la distancia"

La línea de 400.000 voltios cuenta con el apoyo del PSC y CiU, y se oponen a ella decididamente ERC e ICV, que es la formación que ha echado el resto en este asunto.

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