Los alumnos catalanes sacan peores notas de lo que les correspondería por la inversión en educación
Un informe de la Fundación Bofill destaca que el nivel sociocultural influye en el resultado
La escuela no corrige las diferencias socioculturales de los alumnos. Un informe de la Fundación Bofill, elaborado a partir de la encuesta PISA de la educación, de la OCDE, concluye que los hijos de familias con mayor nivel socioeconómico logran mejores notas que el resto en las cuatro materias analizadas: matemáticas, comprensión de lectura de textos, ciencias y resolución de problemas. Los datos revelan que los alumnos catalanes obtienen peores resultados académicos que los de otros países que realizan una inversión similar en educación.
El informe, realizado a partir de encuestas a ...
La escuela no corrige las diferencias socioculturales de los alumnos. Un informe de la Fundación Bofill, elaborado a partir de la encuesta PISA de la educación, de la OCDE, concluye que los hijos de familias con mayor nivel socioeconómico logran mejores notas que el resto en las cuatro materias analizadas: matemáticas, comprensión de lectura de textos, ciencias y resolución de problemas. Los datos revelan que los alumnos catalanes obtienen peores resultados académicos que los de otros países que realizan una inversión similar en educación.
El informe, realizado a partir de encuestas a 1.516 alumnos de 15 años de 50 centros de Cataluña, señala dos puntos débiles del sistema educativo de esta comunidad: los bajos resultados académicos logrados en relación con la inversión en educación que se realiza y las elevadas diferencias en el rendimiento escolar entre los alumnos españoles y los inmigrantes.
Cataluña invierte en educación alrededor del 4,6% de su riqueza anual, medida a través del producto interior bruto (PIB). Supera a Luxemburgo, Japón, Grecia e Irlanda. Pero la paradoja está en que otros países, como Holanda, Canadá, Austria y la República Checa, logran mejores resultados con similar inversión, según el informe de la Fundación Bofill. Por eso, el director del informe, el catedrático de la UAB Ferran Ferrer, dice que la solución no pasa "sólo por invertir más en educación, sino por invertir mejor". El conjunto de España tiene niveles de inversión en educación y resultados académicos similares a los de Cataluña.
El segundo dato negativo es que Cataluña y Bélgica encabezan la lista de los sistemas educativos donde se producen más diferencias entre las notas de alumnos nativos e inmigrantes. Los investigadores de la Fundación Bofill han trabajado también aquí sobre alumnos de 15 años incluidos en la muestra del informe PISA (Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes), independientemente del curso en el que estén.
Otra de las conclusiones del estudio es que "el factor que tiene más influencia en el rendimiento del alumnado catalán es el estatus socioeconómico y cultural de sus familias. Este nivel socioeconómico incide no sólo en el rendimiento escolar, sino también en las perspectivas de futuro y el sentimiento de pertenencia al centro".
En el caso de las matemáticas, los alumnos de familias de nivel sociocultural bajo sacan una puntuación de 452, mientras que los de las altas llegan a 535, en una escala que va desde el nivel 1 (por debajo de 358 puntos) hasta el nivel 6 de excelencia (de 668 puntos en adelante). De esta forma, el estudio pone en entredicho el papel de la escuela para corregir las desigualdades culturales que presentan de entrada los alumnos.
"No habrá calidad sin equidad"
El director del estudio, el catedrático de Educación Comparada Ferran Ferrer, no duda en calificar el sistema educativo de "ineficaz si no logra nivelar las desigualdades". En su opinión, el caso de Bélgica ilustra como ninguno el fracaso de la integración para corregir las desigualdades sociales. En ese país la brecha de puntuación en matemáticas entre la población con nivel socioeconomico y cultural más alto y más bajo es el mayor de los 19 países analizados. "Allí ha faltado decisión política y el Estado no interviene en el sistema educativo", afirmó Ferrer. "El mercado sabe de muchas cosas, pero no sabe de equidad", apostilló Jordi Sánchez, director de la Fundación Jaume Bofill.
"[La falta de equidad del sistema educativo] es el gran tema que se debe afrontar en los próximos años. Necesitamos más estudios para poder tomar medidas. La Administración tiene la culpa, pero también los padres y los profesores tienen cosas que decir. No habrá calidad sin equidad", recalcó el director del estudio. "Ahora ya sabemos que la familia influye en el rendimeinto de los alumnos, pero ¿qué hacemos con la educación de adultos, que sigue siendo el pariente pobre de la educación en Cataluña?", dijo Ferrer.