Un estudio de UGT refleja que sólo un 1,2% de las empresas andaluzas disponen de guarderías

Para la investigación se han visitado 520 empresas de todos los tamaños y sectores

Las empresas que ofrecen guarderías para los hijos de sus trabajadores representan un escaso 1,2% en Andalucía, según un estudio encargado por UGT. El trabajo, realizado a partir de la visita a 520 centros, refleja un panorama donde la conciliación de la vida familiar y laboral carece de escaso apoyo empresarial. Apenas un 12,4% de las empresas encuestadas facilita ayudas económicas complementarias para el cuidado de familiares, mientras que algo menos de un tercio facilita asesoramiento sobre como compaginar el mundo laboral y el familiar.

Según los datos del estudio de Markenet, deno...

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Las empresas que ofrecen guarderías para los hijos de sus trabajadores representan un escaso 1,2% en Andalucía, según un estudio encargado por UGT. El trabajo, realizado a partir de la visita a 520 centros, refleja un panorama donde la conciliación de la vida familiar y laboral carece de escaso apoyo empresarial. Apenas un 12,4% de las empresas encuestadas facilita ayudas económicas complementarias para el cuidado de familiares, mientras que algo menos de un tercio facilita asesoramiento sobre como compaginar el mundo laboral y el familiar.

Según los datos del estudio de Markenet, denominado Análisis y definición de orientaciones básicas sobre como promocionar la igualdad de género en la formación profesional continua, en la situación socio-laboral en Andalucía "se reproduce de forma aún más grave la situación que se da nacionalmente, de forma que las mujeres en relación con los hombres registran menor tasa de actividad, mayor tasa de paro, fuerte concentración en determinadas ramas productivas y menor salario", indicaron las fuentes.

El estudio, que parte de la base de que la formación "es un recurso esencial para corregir la segregación profesional existente entre hombres y mujeres", apuntó que "cuanto más completa es la cualificación del colectivo femenino mayor será su capacidad para trabajar y promocionarse, y en ese sentido, la formación continua es un instrumento esencial, que hay que potenciar y mejorar".

En esta investigación se visitaron 520 empresas distribuidas por toda la Comunidad Andaluza, de diversos tamaños y de distintos sectores, donde se aplicaron un total de 1.021 cuestionarios, de los cuales 520 corresponden a responsables de empresas y 501 a representantes de los trabajadores.

El estudio reconoció que las responsabilidades familiares "explican el hecho de por qué las mujeres ocupan una posición en el mercado laboral tan precaria y desigual en relación con los hombres e inciden en una menor presencia de las mujeres en el mundo laboral".

"De esta forma, las mujeres son más dadas a emplearse en trabajos temporales, más compatibles con sus responsabilidades familiares que los trabajos a tiempo completo, tienen menos disponibilidad para participar en cursos que mejoren su cualificación profesional y les es más difícil promocionar dentro del trabajo", agregó.

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En este sentido, según la encuesta, tanto para los representantes de la empresa como para los representantes de los trabajadores, la principal situación que genera en el trabajo la necesidad de conciliar éste con las responsabilidades familiares es la necesidad de solicitar y utilizar las vacaciones por parte de las mujeres para atender a la familia, seguido por la necesidad de solicitar algún permiso de días para cuidar algún familiar, o ausentarse algunas horas para atender a un familiar.

El estudio agregó que la principal acción que realizan o tienen prevista adoptar las empresas encuestadas para facilitar la compaginación de la vida familiar y laboral es flexibilizar el tiempo de trabajo, establecer beneficios sociales complementarios, dar apoyo profesional; y la opción menos desarrollada es la de facilitar dicha conciliación mediante políticas de servicios. Según las respuestas de los trabajadores, las principales iniciativas que adoptan las empresas para conciliar ambos aspectos serían la flexibilidad en la concesión de permisos, el hecho que se facilita la recuperación de las horas de trabajo perdidas por causa de las responsabilidades familiares, la adopción de un horario de entrada y salida flexible y el establecimiento de seguros de vida o planes de jubilación complementarios.

En cuanto a las barreras que sufren las trabajadoras para acceder a los programas de formación continua, son "la escasa valoración de la formación en relación con la experiencia, la lejanía de los centros donde se imparte, el bajo reconocimiento de la formación continua, la duración de la jornada laboral, la carencia de centros adecuados; la falta de información y orientación sobre la oferta formativa".

Obstáculos

Otros obstáculos son "la escasez de formadores cualificados, la rigidez en la tramitación de las ayudas de formación, las reducidas dimensiones de la empresa, el hecho de que la oferta formativa existente es inadecuada para las necesidades de las trabajadoras, o las excesivas responsabilidades familiares de las empleadas".

El estudio propuso una serie de soluciones que faciliten la superación de dichas barreras, introduciendo a su vez elementos que favorezcan una mayor igualdad de género en los programas de formación, de forma que un curso de formación continua debería, según los resultados de la encuesta, "tener una frecuencia de dos días a la semana, con una duración media de entre 20 y 60 horas en total y que fuera impartida en el propio centro de trabajo".

La característica básica de los centros de formación sería la flexibilidad de horarios, seguida por su ubicación dentro de la empresa, cercanía al domicilio de la trabajadora y que dispusieran de un servicio propio de guardería.

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