Seis de los diez distritos industriales más importantes de España se concentran en territorio valenciano

Joan Trullén, secretario general de Industria, explicó ayer en la Cámara de Comercio de Valencia los objetivos que se ha trazado el Gobierno central para, en primer lugar, "elevar la productividad de la industria sin merma del empleo y alcanzar las tasas de ocupación medias del conjunto de la Unión Europea".

La investigación, la transferencia tecnológica, la apuesta por las tecnologías son claves para modificar la pérdida de productividad que arrastra la economía española desde 1980 a una tasa media de dos décimas por año y que se refleja en el creciente déficit por cuenta corriente. "L...

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Joan Trullén, secretario general de Industria, explicó ayer en la Cámara de Comercio de Valencia los objetivos que se ha trazado el Gobierno central para, en primer lugar, "elevar la productividad de la industria sin merma del empleo y alcanzar las tasas de ocupación medias del conjunto de la Unión Europea".

La investigación, la transferencia tecnológica, la apuesta por las tecnologías son claves para modificar la pérdida de productividad que arrastra la economía española desde 1980 a una tasa media de dos décimas por año y que se refleja en el creciente déficit por cuenta corriente. "La progresión exportadora ha sido muy importante", explicó Trullén, "España tiene una cuota del 2% del comercio exterior del mundo cuando hace diez años era la mitad". "Pero la progresión importadora ha sido mayor", añadió.

Sobre ese fondo, el secretario de Industria destacó la "responsabilidad" de los empresarios industriales y, específicamente, de los industriales exportadores, a la hora de invertir en innovación. Y apuntó un rasgo del tejido industrial valenciano que puede favorecer esa apuesta y que reside en la concentración territorial de varios sectores. De hecho, la Comunidad Valenciana alberga seis de los diez distritos industriales más importantes de España. Desde el punto de vista teórico y a partir de datos relativos al ejercicio 2001, los entramados industriales de Elche (calzado), Valencia (mueble, joyería e instrumentos musicales), Castellón (productos cerámicos), Elda (cuero y calzado), Vila-real y Onda (productos cerámicos) definen, por el porcentaje de empresas volcadas hacia un sector específico, por su especialización y por el número de trabajadores ocupados en ese sector, casos modélicos donde los empresarios podrían compartir servicios o acometer en conjunto inversiones tecnológicas para mejorar la productividad de sus negocios.

El secretario de Industria comparó la estructura sectorial de la industria española con el perfil que dibuja esa estructura en Alemania, Francia, Reino Unido e Italia. El peso de los diferentes sectores es sorprendemente similar, pero es notable la diferencia cuando se atiende a la especialización exportadora de cada país. Los cuatro grandes vecinos de la Unión Europea mantienen una notable diferencia con España como exportadores de maquinaria, de bienes de equipo para fabricantes de otros países. España sólo compite con ventaja en productos agroalimentarios. Trullén, de hecho, auguró que "España será la gran potencia agroalimentaria de Europa en unos años". Pero el análisis del conjunto de la especialización exportadora revela que España vende productos de tecnología media o baja con escaso potencial de crecimiento.

El Gobierno aspira a equiparar la inversión en I+D a la media europea en 2010, pero ese vuelco exige que la inversión privada asuma dos tercios de esa factura a cambio de incentivos fiscales. En la actualidad, el 52% de la inversión en I+D en España corre a cuenta de fondos públicos.

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