La Generalitat homenajea por primera vez a los deportados

La Generalitat homenajeó ayer a los deportados de los campos de concentración nazis en un acto al que acudieron el ex ministro de Cultura y escritor Jorge Semprún, que sufrió la represión nazi en el campo de Buchenwald, y otros 24 deportados, la mayoría de ellos catalanes. El homenaje, el primero que organiza el Gobierno catalán de forma oficial, fue presidido por el consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, quien destacó que se trataba de una "obligación moral, ética y política de nuestro país".

El consejero del Gobierno catalán, que con este acto pretende contribuir a la re...

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La Generalitat homenajeó ayer a los deportados de los campos de concentración nazis en un acto al que acudieron el ex ministro de Cultura y escritor Jorge Semprún, que sufrió la represión nazi en el campo de Buchenwald, y otros 24 deportados, la mayoría de ellos catalanes. El homenaje, el primero que organiza el Gobierno catalán de forma oficial, fue presidido por el consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, quien destacó que se trataba de una "obligación moral, ética y política de nuestro país".

El consejero del Gobierno catalán, que con este acto pretende contribuir a la recuperación de la memoria histórica, subrayó que la Constitución y el Estatuto catalán "no parten de cero, sino del sacrificio de miles de españoles y catalanes" que lucharon contra el nazismo. Añadió Saura que la transición a la democracia en España supuso la "amnesia" respecto a los deportados, y que con actos como el celebrado ayer no se busca "revanchismo", sino la recuperación de las vivencias de personas "que fueron abandonadas".

Durante el homenaje, que se celebró en el Salón Torres García del Palau de la Generalitat, Joan Saura y Jorge Semprún entregaron a cada uno de los deportados un obsequio en forma de cubo de madera que simboliza la pérdida de la libertad. En el acto se repasó brevemente la biografía de cada homenajeado -entre ellos la del propio Semprún-, que fueron deportados a los campos de Mauthausen, Ravensbrück y Buchenwald; en este último el ex ministro de Cultura estuvo prisionero desde los 19 hasta los 21 años. Semprún manifestó: "Cuando se agote la memoria viva, si no hay novelistas que intenten apropiarse de esto, se agotará el recuerdo".

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