El velódromo de Galapagar será cubierto para ampliar su uso
La Comunidad de Madrid invertirá un total de 3,6 millones en cubrir el velódromo de ciclismo de Galapagar, el único de la región que cuenta con las medidas olímpicas reglamentarias. La obra empezará el 28 de octubre próximo y finalizará en 12 meses. Con la cubierta, los aficionados al ciclismo podrán practicar en pista durante todo el año. Además, el Gobierno regional tiene previsto que este espacio se convierta en el futuro Centro de Tecnificación del Ciclismo.
"El cerramiento de todo el perímetro del velódromo posibilitará su utilización a pesar de que en el exterior llueva, nieve o h...
La Comunidad de Madrid invertirá un total de 3,6 millones en cubrir el velódromo de ciclismo de Galapagar, el único de la región que cuenta con las medidas olímpicas reglamentarias. La obra empezará el 28 de octubre próximo y finalizará en 12 meses. Con la cubierta, los aficionados al ciclismo podrán practicar en pista durante todo el año. Además, el Gobierno regional tiene previsto que este espacio se convierta en el futuro Centro de Tecnificación del Ciclismo.
"El cerramiento de todo el perímetro del velódromo posibilitará su utilización a pesar de que en el exterior llueva, nieve o haga un fuerte viento", explica el arquitecto del proyecto, Álvaro García del Río. Debido a la dura meteorología invernal de Galapagar (situado en la sierra a 35 kilómetros de Madrid), el recinto deportivo se utiliza en pocas ocasiones. El Ayuntamiento empleaba también este espacio como auditorio para celebrar conciertos y el festival de música Galapajazz.
El proyecto actual respeta el uso como auditorio del velódromo. "La acústica está contemplada. Sólo hace falta incorporar un plan adecuado de evacuación dependiendo del aforo y estará listo para celebrar espectáculos",
explica García del Río. Para cerrar los 8.000 metros cuadrados de superficie previstos se emplearán 600 toneladas de acero. La estructura tendrá un sistema de chapa plegada.
La Federación Madrileña de Ciclismo, José Carlos Castaño, considera que es un proyecto muy interesante, porque la región necesita una instalación con esas características para que los ciclistas de pista puedan practicar.
El velódromo se inauguró en 1995. La instalación costó 1,8 millones de euros. El entonces alcalde, Manuel Cabrera, escuchó críticas por esta actuación, incluidas las del PP, que lo consideró "una obra faraónica". Sin embargo, para Cabrera, con esta obra se posibilitaba que "los numerosos practicantes de ese deporte del municipio pudieran competir entre ellos sin tener que jugarse la vida en las carreteras cercanas".