El Gobierno presiona al gobernador del Banco de Italia para que dimita

El aislamiento del gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio, crece cada día. El ministro de Economía italiano, Domenico Siniscalco, afirmó ayer que el Gobierno esperaba su dimisión tras la reforma del organismo regulador que limita a siete años el cargo, hasta ahora vitalicio. La gestión de Fazio ha sido muy cuestionada, dentro y fuera de Italia, debido a su partidismo en los últimos intentos fallidos de compra de bancos nacionales por parte de entidades extranjeras, entre ellas la de la Banca Nazionale del Lavoro (BNL) por parte del BBVA.

"Hicimos la reforma el viernes y esperábam...

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El aislamiento del gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio, crece cada día. El ministro de Economía italiano, Domenico Siniscalco, afirmó ayer que el Gobierno esperaba su dimisión tras la reforma del organismo regulador que limita a siete años el cargo, hasta ahora vitalicio. La gestión de Fazio ha sido muy cuestionada, dentro y fuera de Italia, debido a su partidismo en los últimos intentos fallidos de compra de bancos nacionales por parte de entidades extranjeras, entre ellas la de la Banca Nazionale del Lavoro (BNL) por parte del BBVA.

"Hicimos la reforma el viernes y esperábamos un acto de sensibilidad institucional del gobernador el sábado, que no se ha producido", dijo Siniscalco, quien añadió: "Si yo hubiese estado en su lugar, me habría ido hace tiempo".

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A pesar de estas palabras, fue la reforma llevada a cabo por el Ejecutivo la que salvó a Fazio, al no imponerle la jubilación a los 70 años, lo que hubiera obligado al gobernador a dejar la entidad el año que viene. El valedor de Fazio ha sido el ministro de Trabajo y dirigente de la Liga Norte, Roberto Maroni, que ayer contestó a Siniscalco y aseguró que sus afirmaciones son "a título personal" y que Berlusconi le ha asegurado que no dará ningún paso para obtener la dimisión de Fazio.

Son muchas las voces que han pedido la dimisión del gobernador, desde la oposición de izquierdas y la derechista Alianza Nacional -el otro socio del Gobierno- hasta la patronal Confindustria. Incluso el vicepresidente del Gobierno, Giulio Tremonti, viejo enemigo de Fazio, se sumó el viernes a esas demandas. A todo ello hay que añadir la presión que pueda ejercer la investigación judicial abierta por la actuación de Fazio en el fallido intento de compra del banco Antonveneta por el holandés ABN Amro.

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