OPINIÓN DEL LECTOR

De paso que bajen a Bolonia

La Consejería de Cultura ha invitado a la Academia de Bellas Artes a que conozca el proyecto de San Telmo, obra polémica del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra. A esta situación no se ha llegado por iniciativa de la Administración autonómica, sino forzada por el valiente y decido empeño de una asociación cultural (ADEPA), que ha dado abundantes muestras de la falta de transparencia de la Consejería en la tramitación de ese proyecto.

Pero no es el único caso. La misma Consejería de Cultura y el mismo arquitecto nos han preparado otra sorpresa para todas las personas que disfrutábamos...

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La Consejería de Cultura ha invitado a la Academia de Bellas Artes a que conozca el proyecto de San Telmo, obra polémica del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra. A esta situación no se ha llegado por iniciativa de la Administración autonómica, sino forzada por el valiente y decido empeño de una asociación cultural (ADEPA), que ha dado abundantes muestras de la falta de transparencia de la Consejería en la tramitación de ese proyecto.

Pero no es el único caso. La misma Consejería de Cultura y el mismo arquitecto nos han preparado otra sorpresa para todas las personas que disfrutábamos del entorno inigualable de la ensenada de Bolonia. Allí, como la Consejería ha encargado a este arquitecto un edificio horroroso que ha suscitado el rechazo de todos los que nos acercamos a ese lugar. Como es habitual, la Administración hace caso omiso de ese rechazo y se apresta a cerrar filas para defender lo que las asociaciones ecologistas han bautizado con guasa gaditana "el búnker de Chaves". Y en esa defensa todo vale, menos reconocer los fallos de coordinación; o el sometimiento dócil a las presiones del partido o que son incapaces de arriesgarse a contradecir a un señor que va de divo. En este caso, no hay "informe oculto", pero la propia Consejería no distribuye una "Guía del paisaje cultural de la Ensenada de Bolonia", editada por ella misma y en la que se técnicos de la propia Consejería manifiestan su opinión contraria a semejante mamotreto.

Y digo yo, ¿no podía aprovecharse la buena voluntad de la consejera de Cultura para llevar, de paso, a los ilustres miembros de la Real Academia a Bolonia.

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