Detectados nueve focos más del mal de la 'lengua azul' en fincas sevillanas

La enfermedad rebrota en la cabaña bovina, que no fue vacunada

El mal de la lengua azul ha reaparecido en varias explotaciones ganaderas del occidente andaluz. El Ministerio de Agricultura informó ayer de que se han declarado nueve focos de esta enfermedad infecciosa en otras tantas fincas de cinco municipios sevillanos (El Castillo de las Guardas, El Ronquillo, Gerena, Guillena y Almadén de la Plata), que se suman a los otros diez detectados en municipios onubenses desde el pasado 22 de julio. En todos los casos, la enfermedad se ha declarado en cabaña bovina.

El mal de la lengua azul, o fiebre catarral ovina, es una enfermedad infec...

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El mal de la lengua azul ha reaparecido en varias explotaciones ganaderas del occidente andaluz. El Ministerio de Agricultura informó ayer de que se han declarado nueve focos de esta enfermedad infecciosa en otras tantas fincas de cinco municipios sevillanos (El Castillo de las Guardas, El Ronquillo, Gerena, Guillena y Almadén de la Plata), que se suman a los otros diez detectados en municipios onubenses desde el pasado 22 de julio. En todos los casos, la enfermedad se ha declarado en cabaña bovina.

El mal de la lengua azul, o fiebre catarral ovina, es una enfermedad infecciosa, pero no contagiosa, que es transmitida por un mosquito, el culicoides, habitual en el norte de África. En la primavera de 2004, la enfermedad saltó a la península Ibérica, sobre todo a Andalucía, donde se detectaron 275 focos. El mal afecta a todos los rumiantes, pero su desarrollo sólo es grave en el caso de las ovejas, con una tasa de mortalidad inferior al 10%. El brote de 2004 afectó sobre todo a la cabaña ovina, lo que obligó a sacrificios masivos, fuertes restricciones en el movimiento de ganado y a una intensa campaña de vacunación realizada por la Consejería de Agricultura.

Con el descenso de las temperaturas, el mosquito transmisor de la enfermedad ganadera desapareció, por lo que el Ministerio de Agricultura cree "normal" la reaparición del mal con el regreso de estos mosquitos en verano. La diferencia es que el nuevo brote (el primer caso se detectó en una finca onubense hace un mes) se ha manifestado exclusivamente en explotaciones de vacuno.

La Junta cree que esto es un buen indicador ya que, sostiene, la enfermedad no se desarrolla en el ganado vacuno, que sólo es portador del virus. Y también demuestra la eficacia de la campaña de vacunación desarrollada en el último año. La Consejería de Agricultura aplicó más de dos millones de dosis a la cabaña ovina andaluza. Una medida que no pudo extender a otros rumiantes (vacas y cabras), ya que no había ninguna vacuna desarrollada en el mercado. El director general de Producción Agraria, Manuel Sánchez, indicó hace una semana que una investigación en marcha podría tener resultados positivos antes de otoño.

Además de informar de los nuevos focos, el Ministerio de Agricultura indicó ayer, a través de su página web, que "la próxima semana tendrá lugar una reunión del gabinete de crisis" para determinar si se vuelven a endurecer los requisitos para el movimiento de ganado desde las provincias afectadas.

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