Israel quiere adelantar la retirada de Gaza para frenar las protestas

"Cuanto antes, mejor", asegura el 'brazo derecho' del primer ministro

El Gobierno israelí quiere adelantar la fecha de la retirada militar de la franja de Gaza, prevista oficialmente para el próximo 15 de agosto. El objetivo es eludir las protestas del movimiento colono y evitar el deterioro de la vida política en el país, como ha sucedido en los últimos cuatro días como consecuencia de la manifestación protagonizada por 25.000 radicales judíos que trataron de entrar en los asentamientos de Gush Katif.

"Hay que hacerlo cuanto antes mejor. Este enfrentamiento socava las energías, desbarata las vidas de toda la población y no nos provoca ningún bien", asegu...

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El Gobierno israelí quiere adelantar la fecha de la retirada militar de la franja de Gaza, prevista oficialmente para el próximo 15 de agosto. El objetivo es eludir las protestas del movimiento colono y evitar el deterioro de la vida política en el país, como ha sucedido en los últimos cuatro días como consecuencia de la manifestación protagonizada por 25.000 radicales judíos que trataron de entrar en los asentamientos de Gush Katif.

"Hay que hacerlo cuanto antes mejor. Este enfrentamiento socava las energías, desbarata las vidas de toda la población y no nos provoca ningún bien", aseguró ayer el vicepresidente del Ejecutivo y ministro de Comercio, Ehud Olmert, el brazo derecho de Ariel Sharon, al defender el proyecto de adelantar la fecha de la retirada en una emisora de radio de la capital israelí. En otras ocasiones, Olmert es el encargado de lanzar las iniciativas del primer ministro para sondear el estado de la opinión pública, y que a menudo se convierten después en propuestas oficiales del Gobierno.

La posibilidad de adelantar la retirada de Gaza será parte de las conversaciones que en las próximas horas mantendrán los responsables del Gobierno israelí con la secretaria de Estado de EE UU, Condoleezza Rice, que ayer inició una visita de dos días a la región para impulsar el proceso de evacuación y favorecer el diálogo entre israelíes y palestinos.

La jefa de la diplomacia estadounidense se entrevistará hoy con Sharon en su finca del desierto del Neguev, donde el primer ministro suele pasar largas temporadas como consecuencia de su delicado estado de salud. El sábado, Rice viajará a Ramala (Cisjordania) para reunirse con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas.

Fecha a debate

La fecha de la retirada de la franja de Gaza ha estado sometida a un continuo debate: al principio se planeó llevarla a término a mediados de julio, pero por razones religiosas e históricas -para no hacer coincidir el repliegue con los días en los que se recuerda la destrucción del templo de Jerusalén-, se retrasó a mediados de agosto. La oposición, que ha tratado de pararla por todos los medios legales, considera que esa retirada, más que adelantarla, hay que retrasarla, ya que, en su opinión, los preparativos de la operación están muy atrasados y sobre todo no se han construido viviendas nuevas para los 8.000 colonos que tienen que ser desalojados de los 21 asentamientos.

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Una muestra de la improvisación la daba ayer un portavoz militar, miembro del comité interministerial responsable de la evacuación, cuando abría un debate sobre la manera de demoler las sinagogas y los edificios religiosos de los asentamientos, y aseguraba que lo más conveniente era dinamitarlos, antes que destruirlos con las excavadoras. Estas demoliciones afectan a unas 30 sinagogas, ocho escuelas religiosas, así como a un cementerio donde reposan los restos de 37 personas, sobre cuyo destino no hay aún tampoco nada decidido.

Ariel Sharon, durante la visita que hizo ayer al asentamiento de Ariel, en Cisjordania.REUTERS

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