Bush: "El mundo civilizado está unido, defenderemos la libertad"

El presidente de EE UU reitera su solidaridad con los británicos

El presidente estadounidense, George W. Bush, consideró ayer que los atentados de Londres son "un ataque contra el mundo civilizado, que está unido en su determinación". "No retrocederemos, defenderemos la libertad", afirmó el mandatario norteamericano, quien reiteró su solidaridad con los británicos y dijo que, si han resistido antes contra "enemigos brutales", sabrán hacerlo "contra bandidos y asesinos".

En cuanto a EE UU, "se equivocan", dijo Bush, los que creen que van a "romper la voluntad de las democracias matando a inocentes: Estados Unidos no retrocederá ante terroristas y ases...

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El presidente estadounidense, George W. Bush, consideró ayer que los atentados de Londres son "un ataque contra el mundo civilizado, que está unido en su determinación". "No retrocederemos, defenderemos la libertad", afirmó el mandatario norteamericano, quien reiteró su solidaridad con los británicos y dijo que, si han resistido antes contra "enemigos brutales", sabrán hacerlo "contra bandidos y asesinos".

En cuanto a EE UU, "se equivocan", dijo Bush, los que creen que van a "romper la voluntad de las democracias matando a inocentes: Estados Unidos no retrocederá ante terroristas y asesinos". Como en anteriores ocasiones, el presidente repitió: "Hay que llevar la lucha a

l enemigo, y lo haremos hasta derrotarle".

En sus palabras, pronunciadas en las instalaciones del FBI en Quantico, cerca de Washington, Bush añadió que aún no está clara la responsabilidad de los atentados. "Pero sabemos que los terroristas celebran el sufrimiento de inocentes, que asesinan en nombre de una ideología totalitaria que odia la libertad, rechaza la tolerancia y desprecia toda disidencia".

El presidente -que ha sufrido serios descensos de popularidad por su política iraquí, pero aún mantiene altas calificaciones entre la opinión pública por su actitud ante el terrorismo, una de las claves que le permitió ganar las elecciones en 2004- volvió a decir que Irak es "el frente central en la guerra contra el terrorismo" y que la única manera de derrotar al fundamentalismo islamista es "extender la causa de la libertad en Oriente Próximo. (...) Cuando crezcan la democracia, la prosperidad y la esperanza, los terroristas perderán sus patrocinadores, perderán sus militantes. Y perderán las esperanzas de convertir aquella zona en una base para atacar a EE UU y sus aliados".

El mensaje está relativamente gastado, y de ahí el creciente escepticismo de la opinión pública, que sabe que ya hay más de 1.750 soldados muertos y 12.000 heridos en Irak, y que es consciente también de que en los dos últimos meses y medio han muerto 1.500 iraquíes -la mayor parte, reclutas, policías y militares- en atentados terroristas. Bush reconoció que "habrá duras batallas en el futuro" y "momentos difíciles en el camino hacia la victoria", y dijo: "Los terroristas saben que no pueden derrotarnos en el campo de batalla. La única manera que tiene de ganar es si perdemos nuestro temple".

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El presidente aseguró que EE UU ha extremado sus medidas de seguridad y aprovechó para pedir al Congreso la renovación de la discutida Patriot Act, la legislación antiterrorista. Harry Reid, líder demócrata del Senado, pidió más recursos para la seguridad nacional: "El Gobierno no ha invertido lo suficiente; gastamos más en Irak en un mes que en la dotación de las respuestas de emergencia en EE UU para todo el año. El fracaso en Irak no es una opción posible, y seguiremos apoyando a las tropas, pero tenemos que hacer más para respaldar la guerra contra el terrorismo en casa".

El presidente Bush, ayer durante su discurso en la academia del FBI en Quantico.ASSOCIATED PRESS

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